El jefe de servicio los guardas rurales de la Federación de Gestión Cinegética de Tenerife, Víctor Fumero, denunció ayer ante la Fiscalía de Medio Ambiente la existencia de varios perros asilvestrados en la Montaña de Guaza, en Arona, canes que este domingo atacaron y causaron graves heridas a un podenco canario cuyo propietario cazaba en esta zona.

Fumero también puso los hechos en conocimiento del Ayuntamiento de Arona, del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, del Cabildo de Tenerife y de la Subdelegación del Gobierno.

En su escrito, el jefe de los guardas de caza de Tenerife detalla el incidente registrado este domingo y precisa que "varios perros de razas no definidas y gran tamaño", localizados en la ladera oeste de la montaña, "reaccionan con ladridos y amagos de ataque ante la presencia de caminantes y cazadores".

Víctor Fumero remarca que estos perros -se calcula que entre doce y quince- convierten este espacio en "muy peligroso" para el libre acceso para las personas, además de que su presencia "vulnera" las distintas normas que regulan la caza, además de otras que rigen sobre terrenos o parajes protegidos.

Es más, el jefe de servicio de los guardas de caza de Tenerife recuerda que varios de estos perros asilvestrados han mordido a senderistas que usan este lugar del sur de la Isla.

Cabe recordar en el año 2012, y ante una denuncia similar tras ser atacados varios viandantes, el Cabildo de Tenerife dictó dos autorizaciones dirigidas a la erradicación de estos canes salvajes. Sin embargo, la Corporación insular decidió finalmente revocarlas tras las críticas de algunas protectoras de animales, por lo que los perros han seguido habitando y reproduciéndose en la montaña.

En su escrito, Víctor Fumero pide que se adopten las medidas correctoras oportunas para restablecer la normalidad y legalidad vigentes en la zona y que se busquen alternativas para que estos perros no sigan siendo un peligro para los que transitan por Montaña de Guaza.