Al menos dos de las cinco canteras de extracción de áridos existentes en los barrancos de Güímar son propiedades de entidades bancarias como consecuencia de los impagos derivados de la inactividad y de la crisis económica. Esta situación la reconoció la alcaldesa del municipio, Carmen Luisa Castro, quien no comparte el temor de algunas autoridades supramunicipales a que los titulares de dichas industrias demanden indemnizaciones.

Castro explicó que "hay argumentos legales más que evidentes para entender que no será así, sobre todo cuando está constatado y documentado que los industriales superaron con creces los metros de profundidad de las canteras".

Que el Parlamento de Canarias retome el procedimiento de la iniciativa legislativa sobre la ordenación de los barrancos de Güímar y la restauración de ese espacio, que promovió el Cabildo con el respaldo del Ayuntamiento güimarero, es una de las prioridades municipales en este inicio del mandato. "El Parlamento está dormido. Siempre han tenido miedo por esas indemnizaciones a las que aludíamos, pero el cambio de uso del suelo que ocuparon las extracciones de áridos es fundamental para el desarrollo del municipio".

Entendiendo que este lugar es "un suelo de oportunidades", como refleja "el interés de la iniciativa privada para la realización de los proyectos que Güímar ya ha presentado públicamente", Carmen Luisa Castro informó de que el municipio "recaba fondos europeos para llevar a cabo un proyecto de regeneración del barranco que hemos costeado desde esta Corporación municipal".

Presentado en el marco de las jornadas sobre resiliencia llevadas a cabo en Lanzarote el 22 de julio, esa financiación la trata de recabar el ayuntamiento de las cuantías de los programas destinados a las ciudades resilientes, de las que forma parte Güímar.

Cabe recordar que la Fiscalía ha pedido hasta cinco años de cárcel para cada uno de los cinco empresarios que desarrollaron la actividad de extracción de áridos en la zona, además de una fianza de 279,3 millones de euros en total para garantizar la restauración del enclave.