"Una zona próxima al Polígono Industrial Valle de Güímar se perfila como el lugar adecuado para ubicar la perrera comarcal con que contarán los municipios de Arafo, Candelaria y Güímar. El sitio se plantea como idóneo por cumplir con dos requisitos fundamentales: disponer de un acceso fácil y garantizar que no influirá negativamente en el entorno". A ese acuerdo llegaron los ayuntamientos con el Cabildo en noviembre de 2007 y aún hoy no se ha hecho realidad.

José Fernando Gómez, concejal de Vecinos por Candelaria (VxC), plantea rescatar esta iniciativa para responder a la demanda de la comarca en esta materia, teniendo en cuenta que al año son abandonados en torno a 300 animales solo en la Villa Mariana, según las cifras que maneja.

Ya hace ocho años, el preacuerdo alcanzado por los tres municipios del Valle de Güímar y el Cabildo establecía que el mantenimiento de las instalaciones correría a cargo de los ayuntamientos (en función de su censo), mientras que la construcción la sufragaría la Corporación insular. VxC propone que se presupueste y se realice tal obra durante el próximo año.

"Candelaria es uno de los municipios en los que se castiga menos el maltrato a los animales", señala Gómez, quien compara los 1.502 euros establecidos como sanción para quien mutile o mate a un animal en la Villa Mariana (cuando se sanciona) con los 150.253 euros que se imponen en otros municipios. "Maltratar en Candelaria sale muy barato y eso hace que quienes maltratan animales no tengan miedo de hacerlo", apunta el edil de VxC.

José Fernando Gómez entiende que el albergue debe atender no solo a perros abandonados, sino a gatos, gallinas, tortugas y animales exóticos, entre otros. También debe contar con un área de adiestramiento, tanatorio-crematorio y una residencia y consultorio de veterinaria.