El nuevo mercadillo de Guaza, en Arona, aspira a convertirse, a partir de enero de 2016, en "un nuevo atractivo turístico con repercusión social y ecológica", según destaca su promotor, Enrique Pérez. Este mercado de venta ambulante no quiere ser un rastro al uso, ya que prestará especial atención al cuidado del medio ambiente y al reciclaje: "Queremos ser un mercadillo sostenible, capaz de reciclar todos los residuos que genere, y dotado con un parque infantil reciclado; un aula de educación medioambiental; puestos de artesanos del reciclaje, y un lugar reservado para que las protectoras de animales puedan buscar apoyo y adopciones".

El nuevo mercadillo se ubicará en una gran parcela asfaltada, de unos 8.000 metros cuadrados, junto a la calle Josefina Reverón, muy cerca de la avenida principal de Guaza.

La idea de Enrique Pérez es que los residuos orgánicos que genere el mercadillo terminen convertidos en compost para abonar un futuro huerto ecológico -ubicado fuera del mercado-, que podría poner a la venta sus productos en ese mismo escenario.

La Asociación Cultural Rastro Miscelánea de Guaza, compuesta por un grupo de vendedores ambulantes que trabaja también en el mercadillo de Guargacho, quiere que este nuevo mercado se convierta en "un atractivo del estilo de los mercadillos que se organizan en países europeos como Alemania".

En Guaza no habrá coches, que se sustituirán por casetas con tejados de diferentes colores. La capacidad máxima prevista para este mercadillo aronero es de 350 puestos.

Pérez detalla que en la actualidad solo están pendientes de "las últimas autorizaciones del Colegio de Ingenieros, pero ya tenemos el total respaldo del Ayuntamiento de Arona, por lo que esperamos poder abrir en unas semanas". Su intención es que el nuevo rastro eche a andar en el mes de enero de 2016.

El mercadillo sostenible de Guaza abrirá todos los sábados y domingos, pero la intención de la asociación que los gestiona es que la parcela que ocupa pueda utilizarse en otros momentos para albergar ferias temáticas "con especial atención a los productos y la cultura local".

Enrique Pérez explica que su intención es colaborar también con el sector comercial de la zona: "El mercadillo puede convertirse también en un recinto ferial para albergar, por ejemplo, ferias de saldos de los comercios locales o eventos gastronómicos relacionados con los vinos, los quesos y otros productos de la tierra".

Esta iniciativa surge, según Pérez, "de la necesidad de muchas familias de vender durante más días a la semana. Muchos venimos del rastro de Guargacho, que se ha limitado a los domingos, y nos hemos visto obligados a buscar una alternativa para poder salir adelante. Por eso decimos que este mercadillo tiene también una función social, pues permite que muchas familias salgan adelante de una forma digna".

Pérez destaca que esta actividad genera recursos y puestos de trabajo entre "personas inmigrantes y también en muchas familias del Sur, el área metropolitana y también del Norte de Tenerife".

Guaza recuperará en breve su mercadillo, después de que hace unos tres años desapareciera el llamado "rastro de maleteros", donde la gente acudía a vender sus productos en coche de una forma no regulada.