"Caja fuerte de mi apartamento. Lourdes tiene llave. Sacad dinero y lotería". Es el contenido de una nota que la Guardia Civil intervino al exarquitecto municipal Eliseo de la Rosa que este pasó a su hija durante el registro de su despacho personal, efectuado el 19 de diciembre de 2007, estando ya detenido.

En el relato de los hechos que aparecen en el sumario y que ayer fueron ratificados, consta que la hija pidió darle comida al padre aprovechando este registro, momento en que el acusado pidió ir al baño, donde procedió a escribir la nota.

Al llegar a ese domicilio, los agentes incautaron las cajas que una mujer, identificada como la exesposa, sacaba del inmueble coteniendo documentación incorporada al sumario. Como consecuencia del registro posterior del lugar, la Benemérita encontró en una caja fuerte 14 billetes de 500 euros, otros 50 billetes de 50 euros, dos de 20 euros, uno de cinco euros y otro de cinco libras esterlinas. En ese lugar, situado en Playa Paraíso, fueron hallados documentos correspondientes a movimientos bancarios y el certificado de haberes y retenciones del ejercicio de 2006.

Así comenzó la sesión 15 del juicio del caso Arona que se sigue en la sala 6 del Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife por la Sección Sexta de la Audiencia Provincial.

El segundo testigo que declaró ayer fue un subteniente (entonces sargento primero) que participó en la intervención de los teléfonos ordenada por el juez instructor, Nelson Díaz, quien explicó el procedimiento seguido en la realización, guarda y custodia de las mismas en el marco de esta "operación compleja".

El sargento jefe de la unidad de Patrimonio y Delitos Urbanísticos, adscrito a la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife, fue uno de los responsables de determinar el "catálogo de bienes" a los que se vinculó a los acusados Félix Sierra y Roberto de Luis, entre otros. Del primero, señaló que la Guardia Civil detectó un "sospechoso incremento", que el exconcejal del PP "dijo haber recibido una herencia por cuidar de un familiar", que se le investigó a él y a su entorno más próximo (esposa e hijo) y que se centró en el periodo 1999-2008, obviando la vida laboral previa del acusado (que comenzó en 1983) "porque sería imposible hacer una investigación patrimonial de toda la vida".

Ello dio pie a la abogada defensora, Olga López, a exponer que el patrimonio previo (1983-1999) del acusado Félix Sierra era de 519.572,73 euros.