Visto para sentencia quedó ayer el juicio del caso Arona 1, tras 26 sesiones en las que la Sección Sexta de la Audiencia Provincial juzgó a la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento aronero durante el mandato 2003-2007, al exarquitecto y al exaparejador municipal, a un empresario y a tres arquitectos externos. Al igual que hizo anteayer la abogada de los siete políticos, los cinco letrados que defendieron a los restantes acusados pidieron su absolución por la falta de pruebas, fundamentalmente.

La grabación y su transcripción realizada por Ansorena Carrera, así como una nota manuscrita por cuyos contenidos está acusado el empresario Arsenio Zamora, fueron desacreditadas por ininteligibles y por inverificadas, pidiendo la nulidad como prueba. Su abogado recordó que Nelson Díaz, juez instructor, le definió como "pieza clave en el entramado de corruptela creado" en Arona, algo "increíble" además de "incierto e inveraz" en el marco de una "desproporcionada actuación".

Además de hablar de vulneración de derechos (salvo el abogado Juan Manuel Fernández del Torco, quien apuntó a la posible dilación indebida como causa de nulidad del caso) y de reiterar cada uno de los cinco letrados que "no ha quedado acreditado" ninguno de los supuestos delictivos, dejaron claro que la decisión de conceder licencias y adjudicar contratos correspondió a la Junta de Gobierno Local, de la que no forman parte los técnicos municipales.

La figura de José Antonio Molina Luis, sobrino del acusado Roberto de Luis, fue otro aspecto común en las defensas. Los letrados dijeron que su testimonio es nulo o inveraz. El abogado del exaparejador municipal habló de vulneración de derechos por la Fiscalía y el juez instructor para convertir a Molina Luis en testigo de este caso porque "si no era así, se quedaban sin pruebas".

En el juicio, calificado por el letrado Esteban Sola como "ceremonia de la confusión", tampoco se acreditó que hubiera pagos al exaparejador por parte de los arquitectos externos acusados porque el primero les hubiera conseguido clientes, según los abogados. La letrada del "intermediario" Zamora expuso que su única relación con los técnicos para los que extorsionó (según la acusación) fue "el proyecto de Asomada de los Eres", que él promovió.

Con la futura Ley del Suelo no habría caso

José Alberto González Reverón utilizó el turno de palabra final, entre la inquietud de varios de sus compañeros. De sus palabras se desprende que con la futura Ley del Suelo no habría caso Arona. "Los artículos 48 y 49 vienen a ratificar lo que hicimos y lo que dijo el secretario municipal", en el sentido de que "cuando el suelo tiene servicios como agua, luz y aceras debe ser considerado urbano", lo mismo que "cuando la unidad de actuación tiene dos tercios de suelo edificado".

Admitió que la retirada de las acusaciones a los siete políticos por parte de la acusación particular "es un balón de oxígeno" y volvió a defender la legalidad de la actuación de la Junta de Gobierno Local entre 2003 y 2007, señalando como un acicate el archivo de una denuncia, por cuestiones similares, interpuesta por los ahora también acusados Manuel Barrios y José Luis González. No perdió la ocasión para volver a referirse a los pronunciamientos favorables a sus decisiones del secretario municipal ya fallecido, aunque esta vez ensalzándolo como profesional.

Pero el juicio del caso Arona lo cerró Juan José Alayón "Cheché", quien se limitó a pedir "perdón" y "disculpas" por "mis pequeñas impertinencias".