Gritos, interrupciones, intervenciones entrelazadas, reproches y algún improperio aderezaron el debate del pleno de Arafo para, simplemente, declarar la caducidad de la propuesta de las Alcaldías arafera y candelariera de estatuto de la Entidad Urbanística de Conservación (EUC) que aprobó el mismo órgano hace varios meses. Lo inexplicable que para la oposición fue que no se incluyera en el orden del día la aprobación inicial de los nuevos estatutos (dictaminados ya por la comisión informativa) generó una disputa dialéctica entre el concejal de IUC, Francisco Hernández, y el alcalde, José Juan Lemes, especialmente.

El regidor defendió la nueva propuesta de estatuto, que espera aprobar la próxima semana, argumentando que recoge gran parte de los reparos que pusieron los empresarios a la idea surgida en octubre pasado. Eso sí, dejó claro que los industriales "tendrán su oportunidad en la exposición pública de los estatutos".

Los empresarios no fueron invitados a participar en la elaboración de la tercera propuesta de Estatutos, algo sobre lo que llamó la atención el portavoz socialista, Samuel Rodríguez, para quien la situación del Polígono Industrial "es insostenible.

Lemes perdió la paciencia con el concejal de IUC cuando Francisco Hernández insistía en reprochar al gobierno local la falta de consenso y de debate en este asunto. "Lo fácil es hablar y criticar. Estoy cabreado con usted porque siempre hace lo mismo, acudir a la crítica gratuita". Hernández llamó al orden dos veces al alcalde, irónicamente.

Los estatutos anteriores caducan con los votos a favor del gobierno y de IUC y la abstención del resto.

En la sesión plenaria también se declaró a Arafo como una ciudad refugio y se decidió crear una comisión de investigación para el rescate y dignificación de los araferos que sufrieron la represalia del franquismo. Todo por unanimidad no exenta de rifirrafes.