"¿Qué interés hay en que Güímar no progrese?" es una primera cuestión que expone la alcaldesa, Carmen Luisa Castro, a la hora de evaluar la situación actual de la zona afectada por la extracción de áridos. "Hay administraciones interesadas en que no prospere el municipio. Es evidente", enfatiza.

"¿Por qué en otros suelos de las islas se permiten proyectos estratégicos y en Güímar, no?", es otra de las cuestiones a las que busca respuesta. "Y ocurre con una sentencia que obliga a regenerar", aclara al tiempo que recuerda que "el cómo lo decimos nosotros, pero nos tienen que dar los cauces legales para hacerlo y no nos lo pueden negar, porque esa herramienta sí la aplican para otros lugares", según Castro.

"Para mí, el Cabildo de Tenerife se para en Candelaria, porque Güímar, Fasnia y Arico estamos en el olvido. ¿De qué le vale a Arico tener el vertedero?". Otra reflexión que deja en el aire mientras defiende que "se compense a Güímar por tantos años como cantera de árido para las obras públicas y para el desarrollo urbanístico de esta Isla".

En su análisis, Carmen Luisa Castro expone que "siento rabia ante la mediocridad de algunos políticos, esos que quieren que este pueblo siga limitado a la agricultura y quieren impedirnos subirnos al tren del nuevo progreso".

Enlaza así con el rechazo que representantes políticos de administraciones supramunicipales exponen públicamente a los proyectos privados que la alcaldesa ha defendido y defiende para su realización en los barrancos donde se encuentran las canteras de áridos. "Hablan de locura y disparate cuando se refieren a proyectos que regeneran la zona y son fuente de empleo para el municipio y la comarca. Creo que son más locos aquellos que pudiendo favorecerlo impiden el aprovechamiento ciudadano de estas inversiones privadas, insisto", señala.

En las condiciones legales actuales, ninguna de las iniciativas conocidas (Mimiland, la planta de transformación de neumáticos, hoteles y un embalse, por ejemplo) se puede llevar a cabo. Todo pasa por la previa regeneración de los enormes hoyos que forman las extintas canteras de áridos.

Mientras, en el Parlamento de Canarias permanece, sin tramitar, una Iniciativa Legislativa que persigue la protección de la zona y las sentencias de condena de los industriales que extrajeron el árido condicionan cualquier intervención a la restauración.

"Lucho para que Güímar pase de despensa de áridos a motor del Sur de la Isla", enfatiza Carmen Luisa Castro antes de concluir: "¿Por qué turismo en Güímar no y en Las Teresitas sí y ahora?".