El gobierno municipal de Granadilla asegura que tomó medidas y actuó siguiendo las conclusiones del informe emitido por la Inspección que realizó la Oficina Técnica el 5 de mayo pasado, documento en el que figura que en el local 3-B situado en el edificio Galte, en la plaza Galicia, de El Médano, "se ha producido una modificación sustancial de la actividad" y que "no se ajusta a proyecto". La técnico inspectora advierte "de la posibilidad de que la actividad esté ocasionando molestias y puedaproducir riesgos para las personas y las cosas".

Once son las irregularidades que figuran en el acta de comprobación e inspección: la distribución de la superficie está modificada, ya que "las barras, el escenario y el espacio público" no coinciden con el proyecto; el aseo para discapacitados "se destina a almacén del establecimiento, impidiendo el uso para el que fue diseñado"; el proyecto original "no contempla espacio reservado a almacén"; asimismo, "se realizó la apertura de un hueco en la fachada y la instalación de una nueva puerta de acceso al establecimiento"; el sistema de seguridad antipánico está roto "y no se garantiza la insonorización con la puerta cerrada"; además, la puerta "estaba abierta y con música puesta", lo que "incumple"; aunque "no está contemplado en la licencia", ocupaba una terraza privativa con un aforo superior a 20 personas; el falso techo aparecía deteriorado, los extintores eran "insuficientes", la zona de cocción cuenta con elementos no contemplados en el proyecto, la extracción de los aseos es nula, los altavoces están anclados a columnas del edificio requiriendo un doble que no se justifica y el limitador de sonido, equipo y ecualizador están en distinta ubicación de la proyectada, no constando el sensor del limitador y no funcionando con la prueba que realizaron durante la inspección.

El Ayuntamiento de Granadilla procedió a retirar la terraza, que sigue delimitada interrumpiendo el paso por una zona de uso público del edificio e instó a la titularidad de Chirinstones "a la legalización y ampliación de la instalación y actividad en el plazo de un mes". Este informe municipal data del 6 de junio pasado.

Los vecinos reclaman el cierre del recinto por, presuntamente, incumplir la legalidad vigente y por los graves perjuicios que ocasiona a la salud de residentes en el entorno el excesivo ruido que procede el local y de la actividad que se lleva a acabo en el exterior del mismo. Todo ello "contraviene la Constitución". Entienden que el gobierno municipal les ha engañado y es responsable absoluto de lo que pueda ocurrir.

Este periódico trató infructuosamente de conocer la versión de la propiedad afectada.