Una campaña del Ayuntamiento isorano y de la Comisión de Fiestas promueve la declaración como atractivo turístico de la exhibición pirotécnica de Alcalá, cuya primera referencia histórica data de 1925. Esta medianoche, casi 800 kilos de material pirotécnico reglamentario iluminarán el cielo, el mar y la bahía de la localidad en la "Noche de fuegos", un espectáculo que tendrá una duración de entre 30 y 35 minutos. Así lo aseguran representantes de la Comisión de Fiestas, responsables de los festejos en honor a la Virgen de Candelaria, quienes indican que destinarán el 25% del presupuesto a los fuegos artificiales.

Casi un siglo lleva este pueblo de Guía de Isora atrayendo visitantes de toda la Isla, de Canarias e, incluso, de la Península y del extranjero con el reclamo principal de los fuegos artificiales, que cada año se celebran el 15 de agosto. Una exhibición de luz, color y sonido de las más importantes de Tenerife y, "probablemente, también de Canarias", según reconoce el representante de la pirotecnia Piromart, Marco Antonio Toste.

Por su vistosidad y montante económico, Toste asegura que los fuegos de Alcalá están a la altura de otros tan conocidos como los de Los Realejos, Tejina, Puerto de Santiago y La Caleta de Interián, en Garachico. "Son de los más vistosos y, sin duda, los más complicados de montar, ya que tenemos que adaptarnos al terreno, casi sin zonas llanas". La gran mayoría del material lo transportan en barcas hasta Las Bajas (formaciones lávicas de la bahía del pueblo) y llevan miles de sacos de arena (de entre 20 y 30 kilos de peso cada uno) para asegurar y calzar las carcasas desde las que se lanzarán los fuegos sobre las rocas.

Los castillos de fuegos de Alcalá de este año tendrán entre 50-60 efectos: palmeras, figuras, intermitentes, dalias, abanicos y sombrillas de distintos colores y tamaños serán tirados desde la Baja de Afuera, la Baja Larga, Baja de Tierra, el muellito de la vieja fábrica de conservas, La Escalerita y la Isla del Amor.