Cuando el 22 de agosto de 2015, sábado, operarios municipales de Güímar pintaron una raya azul en el Polígono Industrial para delimitar el suelo güimarero del arafero, ni los promotores de la idea sospechaban no solo la repercusión mediática y social del hecho, sino que sería la espoleta en la búsqueda de una solución al deterioro del más importante complejo insular del sector secundario y, lo que parece más relevante, el embrión del consenso político en la comarca. En esas están ahora, cuando mañana se cumple el primer aniversario de aquella acción y la raya azul sigue cumpliendo su función.

María Concepción Brito (candelaria), José Juan Lemes (Arafo) y Carmen Luisa Castro (Güímar) "venden" buen entendimiento y consenso, porque en lo fundamental están totalmente de acuerdo, pero tampoco disimulan lo que diferencia a los dos primeros de la tercera. Y nada tiene que ver en ello el signo político: Brito es socialista, Lemes es "araferista" y Castro es del PP. En el fondo, los une Coalición Canaria (CC), con la que PSOE y PP gobiernan en Candelaria y Güímar mientras el alcalde de Arafo y su partido localista mantienen muy buena sintonía con los nacionalistas.

Con una población de derecho superior a los 55.000 habitantes, esta zona del Sureste reclama el impulso de proyectos estratégicos socioeconómicos siendo el "fundamental" la depuradora comarcal. Su rehabilitación y puesta en funcionamiento es un compromiso del Cabildo que los tres regidores esperan ver materializado en tiempo y forma "porque es el gran déficit de la comarca".

A estas palabras de María Concepción Brito, José Juan Lemes sumó la defensa de que el Valle de Güímar "está en un lugar estratégico. Atraer inversión empresarial y, por ende, generar nuevo empleo, es una cuestión prioritaria en paralelo al saneamiento".

¿Qué hace falta para eso? La cuestión se la planteó y respondió Carmen Luisa Castro, quien amagó con reivindicar la nueva Ley del Suelo como vehículo recalificador de la zona para impulsar la diversificación económica comarcal. "Comparado con el de La Orotava, el Valle de Güímar se quedó anclado". Ahí se atrevió a señalar al Cabildo como una administración que "se para en Barranco Hondo. De ahí hasta Arico no existimos". La discrepancia de sus dos homólogos es total, poniendo como ejemplos la depuradora, los emisarios, el Polígono y otras actuaciones. "El Cabildo está apostando por el Valle", dijo Brito, apostillando Lemes que lo hace "incluso en cuestiones que no son de su competencia".

Conscientes de que se ha perdido tiempo en resolver el mantenimiento del Polígono Industrial, Carmen Luisa Castro ratificó que el Estatuto ya aprobado por Candelaria y Arafo es el que aprobará Güímar "y es el más adaptado a los intereses de los empresarios", puntualizó el alcalde de Arafo. "Podemos entender sus demandas, pero ellos deben atender a la norma vigente", apostilló la regidora de Candelaria, municipio que aspira a desarrollar todo el suelo que tiene en el complejo.

Los tres ambicionan colaborar en pro del crecimiento y el desarrollo del lugar, pero se encuentran con la "complejidad" de la normativa. Los servicios fundamentales (basura y limpieza o abastecimiento de agua) tienen importes y concesiones administrativas por periodos diferentes, por ejemplo. Pero hay otras iniciativas en las que sí trabajan juntos. Un campin "como se entiende en Europa" y en el Polígono Industrial. No siendo "lo principal", en el caso de Arafo contribuirá a "la regeneración de la playa". Potenciar los recursos naturales de la medianía es otra línea de trabajo común en la comarca, así como la puesta en valor de los recursos patrimoniales.

Con el turismo como asignatura pendiente, el potencial del Valle de Güímar está "en su paisaje", pero es el municipio güimarero el más reivindicativo en este campo: "Lo que nos faltan son camas hoteleras, como ocurre en el Valle de La Orotava. La regeneración de la zona de los áridos es posible con la iniciativa privada y ahí hay desarrollo y empleo para la zona". La comarca tiene muchas carencias, como un centro comarcal para hacer eventos o un complejo de sanidad mortuoria y, por qué no, "rescatar la idea de construir el túnel Norte-Sur".

Coinciden en que el servicio de guaguas "debe mejorar mucho", en que la zona requiere equipamiento conjunto en materia de Seguridad y Emergencias así como en Sanidad, pero no en que el tren del Sur sea necesario. Si bien Lemes es rotundo en un sí, Brito es más escéptica y aboga por "replicar" el transporte a la demanda.

"¿Por qué en otros lados de la Isla se pone dinero y aquí no? Parece que el Valle de Güímar se quedó ahí, enquistado", sentencia Carmen Luisa Castro.

María Concepción Bito

alcaldesa de candelaria

José Juan Lemes

alcalde de arafo