El sindicato Intersindical Canaria (IC) consideró hoy que la paralización de las obras del hospital del sur de Tenerife es intencionada y supone "un claro acto de sabotaje" al conjunto de la sanidad pública de la isla que merece ser llevado ante los tribunales de justicia.

En un comunicado la citada fuerza sindical afirma que la nueva paralización de las obras del hospital, en esta ocasión por desavenencias económicas de la empresa constructora con la administración, supone la obstaculización del acabado de un recurso sanitario vital para los más de 200.000 habitantes del área de referencia.

"Todos y cada uno de los retrasos han tenido como responsable, por acción u omisión, al Gobierno canario que, reiterando en su conocida y errática gestión de lo público, ha acumulado en el proceso de construcción improvisaciones, rectificaciones diversas en la cartera de servicios y especialidades, desavenencias con el Cabildo, incumplimiento de pago a otras empresas y hasta graves errores en el proceso de construcción por la nula o escasa inspección técnica sobre las empresas adjudicatarias de las obras", asevera.

Intersindical Canaria considera que "por negligencia" la responsabilidad principal vuelve a recaer en el Gobierno, pues resulta "incomprensible" la adjudicación de las obras a una empresa ya conocida de antemano como insolvente en sus compromisos con el sector público.

Contrariamente a lo afirmado por el consejero de Sanidad, Jesús Morera, la empresa adjudicataria debe ser obligada a la conclusión de la obra con el presupuesto inicialmente aceptado, puesto que iniciar un nuevo proceso de adjudicación llevaría consigo retrasar de nuevo "sine die" la conclusión de las infraestructura, añade.