En el marco de un Plan de Mejora de las instalaciones de generación de las Islas, Endesa invirtió 1,8 millones de euros en la renovación del sistema de desalación de la central ubicada en el Polígono Industrial de Granadilla, contribuyendo con ello a mejorar la fiabilidad de la principal instalación de producción de energía en Tenerife.

El sistema de desalación facilita la producción del agua desalada suficiente para garantizar, bajo cualquier circunstancia, la disponibilidad de agua dulce necesaria para el funcionamiento de la central, en general, y de los sistemas de reducción de emisiones, en particular, señala la compañía a través de un comunicado oficial.

"Este sistema funciona acorde a unos estrictos parámetros de control medioambiental que garantizan un impacto nulo sobre el ecosistema", apunta. Los trabajos, que fueron desarrollados a lo largo de dos meses por un total de medio centenar de operarios, consistieron en el reentubado de dos de las unidades desaladoras de mayor capacidad de producción y en la renovación de sus equipos auxiliares.

La central de Granadilla cuenta con la certificación ISO 14001, de Aenor, "que demuestra la existencia de un sistema eficaz de gestión ambiental en la compañía y, en consecuencia, el compromiso de la empresa con la preservación del entorno y que certifica que la instalación utiliza racionalmente los recursos y minimiza los impactos ambientales, la generación de residuos, las emisiones y vertidos, mediante la aplicación de programas de mejora continua y el establecimiento de objetivos y metas medioambientales, haciendo que las instalaciones sean cada día más respetuosas con el entorno. También, esta central cuenta con la certificación EMAS europea".

Estas mejoras permiten garantizar el correcto funcionamiento de la central de Granadilla, que en el último año produjo 2.773,5 gigavatios hora (GWh) de energía, el 80,2% de la energía demandada por la isla de Tenerife, según informa Endesa.