De madrugada, medio millar de peregrinos partieron en guagua hasta el caso de Vilaflor, desde donde, a las siete y media, salieron por el Camino del Hermano Pedro en lo que fue la décima edición de la ruta que recorrió el pastor del siglo XVII durante la trashumancia. Ya eran un millar, según la fuente oficial, y llegaron a la Cueva en torno al mediodía.

Por detrás, 19 km de un sendero entre parajes espectaculares que ayer bañó la niebla en algunos momentos, pero que tuvo al sol como compañero principal. Este año hubo pocas incidencias entre los caminantes, salvo las habituales "torceduras de tobillo".

Esta X Ruta del Hermano Pedro contó con "inspectores" internacionales en el afán de la organización, con José Juan Cano a la cabeza, de exportarla como un elemento más del patrimonio comarcal. Mañana, la iglesia celebra la festividad de Pedro de San José Betancur.