Arona inició ayer la revisión de su Plan General de Ordenación (PGO) después de que el alcalde, José Julián Mena, acompañado por el concejal de Urbanismo, Luis García, firmaron la adjudicación definitiva de la revisión del planeamiento, "uno de los documentos más importantes y estratégicos para el municipio, toda vez que el actual data de hace 26 años".

Además de planificar el desarrollo urbanístico del municipio para las próximas décadas, este trabajo "resolverá muchos de los problemas endémicos que sufre una ciudad que ronda los 100.000 habitantes empadronados, lo que la consolida como el tercer municipio en población de Tenerife y el quinto de Canarias".

El nuevo planeamiento municipal dará respuesta a las necesidades que conlleva el desarrollo de Arona para los próximos años, apunta el gobierno, citando entre ellas nuevo suelo para la edificación de viviendas en régimen de protección, dotaciones, espacios públicos e infraestructuras, así como resolver muchos problemas a los que se enfrentan a diario los vecinos debido a que en numerosas calles, caminos, suelos y viviendas "no se puede actuar por no estar reflejados en el anterior planeamiento o por quedar inacabada su gestión".

Valores como la sostenibilidad, la accesibilidad, la gestión del patrimonio cultural o la mejora de la calidad de vida de los vecinos con nuevos y mejores espacios e infraestructuras públicas serán los ejes en torno a los cuales girará un planeamiento "que se pretende que sea abierto y altamente participativo al conjunto de los habitantes de Arona y a los agentes sociales y económicos".

Para ello, una vez comenzados los trabajos abrirán dos oficinas técnicas para la redacción del PGO en el casco urbano de Arona y en la localidad de Los Cristianos, que servirán como punto de encuentro, de información y de recogida de ideas y de alegaciones para la ciudadanía.

El alcalde, José Julián Mena, explicó que "probablemente estemos ante uno de los hechos más importantes de este mandato. Llevamos tres años y medio trabajando en hacer que Arona avance con numerosas inversiones, mejorando los servicios sociales, las infraestructuras y los espacios públicos, pero siempre con el lastre y los límites que nos impone llevar puesto un traje de hace 26 años, cuando la realidad no tenía nada que ver con la actual".