José Ángel Álvarez, de 31 años, es un vecino de San Isidro afectado de esclerosis múltiple a quien el Ayuntamiento de Granadilla de Abona extravió su solicitud de una vivienda para persona con movilidad reducida, según afirma que le comunicaron desde la administración municipal.

"Habiendo acordado (con el alcalde, afirma) la adaptación de la vivienda de un particular, en la que resido actualmente", el afectado presentó un presupuesto que no fue tenido en cuenta por los gestores públicos, quienes optaron por otro de un coste superior en algo más de 2.000 euros. La obra comenzó en septiembre de 2018.

El vecino afectado asegura que los operarios tardaron en acudir y aparecieron "de forma aleatoria", pero con la obra "me hicieron un destrozo". Actualmente, y desde hace medio año, en la residencia de José Ángel Álvarez el agua caliente sale por el retrete, no por la ducha; las puertas que colocaron carecen de marco y la rampa de acceso incumple la normativa.

"El concejal que lleva este asunto, Jacobo Pérez, sabe cómo lo está haciendo y mientras mi día a día es no poder asearme en una ducha acondicionada, sino en una bañera con mi mujer como punto de agarre y hasta sin poder cerrar las puertas del baño porque un trozo de madera lo impide. Mi casa no está adaptada a mis circunstancias".

Desde el Ayuntamiento de Granadilla de Abona se informa de que el joven solicitante pidió en su día una vivienda social adaptada, a la que no pudo acceder "porque no cumplía con los requisitos que se exigen legalmente para ello", asegurando que así se lo comunicaron "en varias ocasiones". El gobierno local indica que, "ante su petición, se contactó con diversas entidades, en aras de que colaboraran (a adaptarle la vivienda particular que encontró) a través de las acciones que desarrollan enmarcadas en sus políticas de responsabilidad social corporativa". Sin embargo, "debido a problemas surgidos entre la empresa y el solicitante de la ayuda de la vivienda durante el transcurso de las obras, no se concluyó con el trabajo".

El gobierno local afirma que "se está a la espera de que una nueva entidad colabore en la conclusión de la misma" y comunica que "no existe expediente de contratación ni contrato de esta actuación, ya que la obra no la realizó la administración municipal".

José Ángel Álvarez solo tiene un ruego: "Por favor, que hagan aquello que se comprometieron a hacer: adaptarme esta vivienda; que se acabe este suplicio para mí y mi familia y que concluya esta tortura. Que se haga bien la obra, como acordamos con el alcalde. Es simplemente adaptar cuatro puertas, una bañera y poner una rampa. Ese es todo el problema".