La creciente incidencia del conocido como "internet de las cosas", o conexión de objetivos cotidianos con la red, genera multitud de oportunidades pero también problemas "sin precedentes" por culpa de su "lado más siniestro", advierten los expertos que firman un estudio presentado hoy por Telefónica.

"Alcance, escala y riesgos sin precedentes: asegurar el Internet de las cosas" es el título de este documento elaborado por las divisiones de ciberseguridad e IoT ("Internet of Things") de la multinacional española con participación de diversas organizaciones nacionales e internacionales que operan en este ámbito.

Entre ellas figuran el Comité Interamericano contra el Terrorismo de la OEA, el National Microelectronics Institute, el Grupo de Ingeniería Telemática de la Universidad de Cantabria, el Future Tecnhnologies Kapersky Lab, SIGFOX e Interl Corporation Iberia.

Para garantizar la seguridad informática, "es necesario un triple enfoque basado en estándares comunes entre todas las partes implicadas, un diálogo coherente y una comprensión universal de la ciberseguridad", ha asegurado Chema Alonso, CEO de la empresa ElevenPaths dedicada a la tecnología de seguridad.

"No se trata sólo de la privacidad de los datos y la seguridad de las identidades digitales", advierte, "sino de desarrollar una protección completa" en la que también participen los propios clientes y usuarios, de forma que decidan sobre sus propios datos e incluso "puedan compartirlos y venderlos" personalmente si así lo deciden.

En cualquier caso, el creciente desarrollo de la IoT multiplicará en los próximos años el número de dispositivos conectados a Internet hasta el punto de que "cada paso que demos" será digitalizado y "convertirán nuestra actividad diaria en información".

Esta situación genera multitud de riesgos porque, tal y como explica ElevenPaths, "la ciberdelincuencia es una industria que sigue en aumento" y las investigaciones policiales se encuentran "cada vez con mayor frecuencia" con extorsiones contra individuos o empresas a través de "ransomware" o amenazas de ataques de denegación de servicio.

El "fácil" acceso a productos y servicios relacionados con el cibercrimen "permite lanzar ataques con un alcance impensable hace unos años y costes operativos muy bajos".

En consecuencia, la expansión de esta tecnología "está dejando rápidamente obsoletas las leyes necesarias para regular y normalizar las medidas de seguridad", ha asegurado Alonso, por lo que sólo será posible reducir riesgos y amenazas teniendo en cuenta las premisas de seguridad desde el mismo momento de la creación de los futuros dispositivos.

En ese sentido, el informe plantea como objetivo irrenunciable la construcción de una normativa y regulación sólidas, junto con una mayor colaboración entre desarrolladores y operadores, con la intención de promover una comprensión generalizada de la ciberseguridad y crear defensas eficientes contra todo tipo de problemas.

"La seguridad debe estar embebida por diseño en el hardware", ha insistido Alonso, pues "el futuro del internet de las cosas es tan incierto que sólo por medio de esta colaboración y de la experiencia acumulada podremos conseguir una base segura", ha sentenciado.