El grupo japonés Toshiba planea escindir la mayoría de sus principales ramas de negocio, además de su unidad de chips de memoria, dentro de su amplio proceso de reestructuración para dejar atrás sus graves pérdidas, informaron hoy los medios locales.

El conglomerado japonés, que atraviesa una delicada situación financiera derivada de la quiebra de la filial nuclear en Estados Unidos Westinghouse Electric, prevé crear cuatro nuevas entidades separadas con sus ramas de infraestructuras, energía, dispositivos electrónicos y servicios de telecomunicaciones.

La escisión de sus cuatro principales áreas de negocio, sumada a la reciente constitución de una compañía independiente con su rama de chips de memoria -una de sus unidades más rentables-, permitiría un saneamiento de las cuentas del gigante nipón, dijeron fuentes de la compañía a la agencia nipona Kyodo.

Toshiba Corporation podría mantener el control de las nuevas entidades mediante participaciones mayoritarias, y espera someter esta decisión a la aprobación de sus accionistas en una junta general que se celebrará en junio, informó el diario económico Nikkei.

La reestructuración concedería mayor flexibilidad operativa a cada nueva empresa y supondría también la transferencia de unos 20.000 empleados del gigante japonés, según el mismo medio.

La medida, que ya fue planteada por la directiva de la empresa de el pasado día 11 al presentar sus resultados financieros, tuvo buena acogida en la Bolsa de Tokio, donde las acciones del grupo Toshiba cerraron con ganancias del 4,87 por ciento.

El conglomerado nipón registró una pérdida neta de 532.500 millones de yenes (4.537 millones de euros) entre abril y diciembre del año pasado, los primeros nueve meses del año fiscal nipón, y acumuló un patrimonio neto negativo de 225.690 millones de yenes (1.923 millones de euros) en el mismo período.

El principal motivo fue el endeudamiento de Westinghouse Electric por el incremento de los costes de construcción para las nuevas centrales atómicas en EEUU, que derivó en la quiebra de la filial y forzó a Toshiba a escindir su rama de chips de memoria, uno de los mayores fabricantes mundiales de este tipo de dispositivos.

Toshiba Corporation pretende vender una parte mayoritaria de sus participaciones en esta nueva compañía independiente con el objetivo de mejorar su liquidez, y actualmente estudia las ofertas de posibles compradores.

Entre ellos se encuentra la nipona Sharp, que estudia hacer una inversión conjunta con su principal accionista, la taiwanesa Hon Hai (más conocida como Foxconn y fabricante de los iPhones de Apple), según admitió hoy un alto ejecutivo de la empresa con sede en Osaka (oeste) en declaraciones a los medios locales.