Son muchos los que se interesan últimamente por hackear Facebook por distintos motivos. Aunque hay infinidad de maneras, la que está triunfando y va a dar que hablar en 2017 es Hackearbook.com, una página web que se ha convertido en la herramienta perfecta para conseguir el propósito de un hacker.

Esta herramienta está formada por un equipo de profesionales en seguridad informática, perfectamente preparados para solventar cualquier inconveniente que pueda surgir en mitad del proceso de hacking. Hackearbook es un software de código limpio que evita cualquier problema de malware o software malicioso que pueden aparecen con otras aplicaciones.

Se ha convertido en la aplicación estrella, llegando a preocupar a los desarrolladores de Facebook por su eficacia, y es que nunca ha sido tan fácil hackear cuentas como lo está siendo ahora. Desde su aparición ha sido utilizada por millones de personas alrededor del mundo, con unos resultados sorprendentes y con más de 1.000 cuentas hackeadas.

Es, sin duda, una herramienta sencilla e intuitiva que ayudará a todo tipo de hackers, desde los más principiantes a los más expertos en el tema.

¿Qué más métodos existen para hackear una cuenta de Facebook?

Si bien es cierto que Hackearbook es un software que está siendo cada vez más y más utilizados, los hackers profesionales han hecho uso hasta ahora de otras técnicas de hacking muy interesantes.

Phising (mediante virus, troyanos, gusanos y e-mails falsos): éste es el ataque preferido por los hackers. Aunque existen una amplia variedad de métodos para llevarlo a cabo, el más simple es el de crear un acceso de login falso en una página que parece una página real de Facebook. Así, la víctima hace login, entrando con su dirección de correo electrónico y su contraseña. Estos datos que proporciona la víctima quedan registrados y almacenados en un archivo de texto que el hacker sólo tiene que descargar, leer y darle uso.

Keylogging: ésta es la técnica más simple que existe para hackear la contraseña de un Facebook. Aunque simple, puede ser muy peligrosa. En definitiva, un Keylogger es un programa que se instala en el ordenador de la víctima y que registra cada letra que ésta tipea. Por tanto, los logs contienen los textos que han sido escritos y se envían al hacker por FTP o por e-mail.

Stealer (ladrones de información): dado que la mayoría de usuarios de Facebook almacenan sus contraseñas en su navegador para acceder a su cuenta directamente, el stealer se convierte en una actividad muy práctica. Un stealer es un programa diseñado para capturar contraseñas guardadas en el navegador. Son, por tanto, unos programas maliciosos que roban la información privada que se encuentra almacenada en el equipo. Su funcionamiento es sencillo: basta con ejecutarse y comprobar qué programas tiene la víctima instalados en el equipo y si tienen contraseñas encriptadas, entonces las desencriptan y las envían al hacker.

Sesión Hijacking: un ataque de sesión Hijacking es aquel en el que el hacker roba la cookie de la víctima que se utiliza para autentificar en un sitio web, y la utiliza para acceder a su cuenta de Facebook. Este tipo de hacking es sobre todo utilizado con conexiones LAN y WiFi.

Sidehacking (con Firesheep): aunque este tipo de ataque tuvo su boom en el año 2010, a día de hoy sigue siendo muy popular. Con él, se esnifan cookies y se reemplazan contra sitios web suplantando la identidad de la víctima. Por ejemplo, un programa muy utilizado para llevar a cabo este tipo de ataques es el Firesheep, una extensión de Firefox que actúa como un sniffer y se aprovecha del uso de protocolos no seguros combinados con una autenticación de sesión basada, únicamente, en un valor ubicado en las cookies.

Hacking al teléfono móvil: son miles de usuarios lo que acceden a sus cuentas de Facebook a través de sus teléfonos móviles, por lo que ésta se convierte en una manera más rápida y segura de hackear una cuenta de Facebook. Se puede hacer a través de programas espías que sirven para monitorear un teléfono móvil, como Mobile Spy o Spy Phone Gold.

DNS Spoofing: el spoofing hace referencia al uso de técnicas de suplantación de identidad. Hay varios tipos, en función de la tecnología utilizada, como IP spoofing, ARP spoofing, DNS spoofing, Web spoofing o e-mail spoofing.

Hacking USB: este tipo de ataque es eficaz si el atacante tiene acceso físico al ordenador de la víctima, pues en este caso podría insertar un USB programado con una función para extraer de manera automática las contraseñas que dicha víctima tenga guardadas en el navegador.

Ataque “man-in-the-middle”: cuando víctima y atacante están en la misma LAN y en una red basada en un switch, el hacker puede colocarse entre el cliente y el servidor, o actuar como puerta de enlace predeterminado, capturando así todo el tráfico que pasa por medio. Éste es, por tanto, un ataque en el que hacker puede leer, insertar y modificar a su antojo los mensajes entre dos partes sin que ninguna de ellas lo sepa.

Botnets: estos son usados para llevar a cabo ataques mucho más avanzados que el hackeo de una cuenta de Facebook, ya que su puesta en marcha es costosa. Aún así, hay profesionales que sí hacen uso de ellos. Un Botnet es, a grandes rasgos, una colección de máquinas comprometidas. El proceso es el mismo que el de keylogging, aunque éste brinda otras opciones adicionales y más completas.

Hackear una cuenta de Facebook se ha convertido en una tarea de lo más demandada, por lo que los hackers hacen gala de sus dotes para saltarse la seguridad informática y así complacer las necesidades de quienes los contratan; personas dispuestas, incluso, a pagar unas altísimas cifras de dinero por tal de conseguir la información privada de alguien en concreto.

Con estas técnicas y un software tan sencillo como Hackearbook, no habrá cuenta de Facebook que se resista.