Si nunca has probado unos auriculares inalámbricos, el día que los pruebes ya no querrás tener nunca más unos cables siempre enredando, enganchándose con todo y al final rompiéndose por el uso. No es que los auriculares con cable sean inútiles, en absoluto. Aún se utilizan mucho, sobre todo en estudios de sonido profesionales, pero la comodidad de no estar atado a una base marca un ante y un después en es te tipo de productos.

Cada opción tiene sus ventajas y sus desventajas. Teniendo cable, por ejemplo, no hace falta que los auriculares tengan pilas, sin embargo, si los vas a usar para escuchar la televisión, vas a necesitar un cable de 4 o 5 metros cruzando el salón desde la tele hasta el sofá.

Los inalámbricos necesitan pilas y a veces les afectan las interferencias eléctricas, como por ejemplo el motor de algunos vehículos, sin embargo, tener la oportunidad de caminar por casa mientras estás oyendo alta fidelidad directamente en tus oídos sin molestar a nadie, no tiene precio.

Elegir los mejores

Los auriculares inalámbricos son mejores o peores en función de los intereses de cada uno. Para encontrar los adecuados hay análisis de auriculares inalámbricos donde se observan las características principales de cada modelo y donde se pueden encontrar las mejores ofertas de auriculares inalámbricos.

Puede que te interese aislarte del ruido exterior para poder sumergirte por completo en lo que estás escuchando. En ese caso necesitarás unos auriculares over ear, de los que tienen almohadillas que cubren la oreja por completo. Pero si vas a hacer deporte, probablemente te interesará los que pesen menos y mejor soporten la lluvia o el sudor.

Características a tener en cuenta

Aunque hay muchas características que definen la calidad de unos auriculares inalámbricos, puede que las 5 características fundamentales sean la calidad del sonido, el precio, el diseño, la comodidad al llevarlos y la duración de la batería.

La calidad de sonido puede medirse utilizando osciloscopios y espectrómetros pero como normalmente nadie lleva estos sofisticados aparatos en el bolsillo, la mejor forma de medirla es oyendo temas musicales que conozcamos a la perfección para poder apreciar si los auriculares en cuestión hacen que suenen mejor o peor de lo que estamos habituados.

Cuanto mayor sea el rango de frecuencias con la que los auriculares reproducen buena calidad, mejor. Dicho en palabras sencillas, cuanto más buenos son los auriculares con mayor nitidez y fuerza se oyen tanto los sonidos graves como los agudos.

Os recomendamos utilizar dos temas archiconocidos que tienen tanto sonidos muy graves y muy potentes como sonidos agudos muy bien definidos: el "Only Time" de Enya y "So far away" de Dire Straits.

Por otra parte la batería de unos auriculares inalámbricos debería durar al menos 4 horas, que puede ser el tiempo máximo que puede tardar en verse películas muy largas, como por ejemplo El Señor de los Anillos: El retorno del Rey.

Extras

El extra más común en auriculares tanto inalámbricos como de cable es el micrófono, puesto que muchos de los auriculares se utilizan para conectarlos al teléfono móvil. Al elegir unos auriculares con micrófono también es importante probar cómo suena. Para ello basta con conectarlos al móvil, hacer una llamada al teléfono de alguien que tengas cerca y probar cómo se oye la voz a través de ese micrófono. También puedes conectarlos al ordenador y utilizar cualquier programa de audio (como la grabadora de voz de Windows, por ejemplo) para grabar una muestra hablando por el micrófono y escuchar la grabación a ver qué tal se oye.

Un mando de volumen incorporado a los auriculares es un extra muy útil porque te permitirá ajustarlo de forma autónoma sin depender de la fuente de emisión (la tele o el móvil, por ejemplo).

Indicadores luminosos como los de bluetooth conectado o batería baja son también extras a tener en cuenta a la hora de seleccionar auriculares.

Aprovechando que la gran mayoría de auriculares del mundo se utilizan para escuchar música, os recordamos que escuchar música reduce cualquier dolor presente en el cuerpo, reduce el estrés, refuerza la salud y aumenta el optimismo. Siempre que no te dé por escuchar marchas fúnebres, claro.