Partiendo de la base de que cualquier empresa a día de hoy (dejando al margen a qué se pueda dedicar) necesita hacerse con un hueco en Internet, no es de extrañar que el tomar la decisión acertada en cuanto al hosting es clave. Lo primero de todo será aclarar, para quienes todavía tengan dudas, qué es un hosting. A éste se le puede definir como el alojamiento donde estará la página web con la que se cuente. Es decir, un servidor al que se puede conectar cualquier persona que lo desee sin limitación horaria alguna. Como es lógico aquellas compañías que cuentan con un crecimiento muy rápido requerirán de un hosting más potente (como es el caso de VPS hosting) el cual, además de resultar fácil de usar, también está preparado para rendir al 100% aunque las visitas sean considerables.

Y es que no basta con estar en la Red hay que tratar de destacar a toda costa de la competencia y éste es uno de esos ámbitos que no se pueden relegar para más adelante, sino que la apuesta ha de ser la acertada desde el minuto uno para asegurar que así sea. Pero, ¿hasta qué punto es importante?

  • Velocidad de carga. Lo mejor es hacer una prueba con uno mismo para comprobar que cuando una página web tarda en cargar lo más probable es que se acabe por abandonar ésta o que, cuanto menos, no se vuelva a visitar. Y esto ocurre con independencia del contenido de la misma y el bien o servicio que se pueda ofrecer. Y esto es algo que no puede ocurrir de ninguna de las maneras porque ya resulta difícil hacerse con una cuota de mercado como para perderla por algo así. Teniendo esto claro, el hosting por el que uno se decida ha de ser apto para poder satisfacer la demanda a medida que ésta vaya aumentando, sin que por ello se resienta el servicio.

  • Servicio técnico. Pese a que lo dicho en el punto anterior es fundamental en cualquier empresa puede haber algún que otro fallo y con esto se ha de contar. Lo verdaderamente importante es saber que, en el caso de necesitarlos, van a estar ahí, sin importar el día o la hora que puedan ser.

  • Escalable. No se suele empezar un proyecto por el tejado y que, desde el minuto uno, todo sean beneficios y este es el motivo por el que lo más aconsejable es optar por un hosting escalable. En los inicios se puede optar por uno más básico y económico porque con él será suficiente y, a medida que se vaya requiriendo y se precise de un hosting mejor, se puede optar por pasar a otro tipo de hosting, sin necesidad de tener que cambiar de compañía. Antes de dar el paso, es bueno asegurarse de que cuentan con esta opción y de que no es problemático el salto de uno a otro.

  • Las copias de seguridad. Por muchas medidas que se tomen puede ocurrir que la empresa en sí sufra un ciberataque. Como en todo, lo mejor es estar prevenidos, de esta manera se minimizan lo máximo posible las consecuencias negativas. El hosting por el que se opte tiene que contar con la realización de copias de seguridad cada cierto tiempo. Así siempre se puede recuperar al menos una parte de la información que se ha ido almacenando y no frenar en seco ese crecimiento que se ha logrado alcanzar.

  • Dominios y subdominios. Es decir la dirección que se empleará para llegar hasta la página web en cuestión. En este punto todo dependerá mucho de qué necesidades se prevea que se pueden llegar a tener pero teniendo en cuenta un proyecto que crece de manera considerable lo mejor es conocer la disponibilidad de dominios y subdominios con los que cuentan, ya que se pueden requerir.

  • Panel de control. No es que la persona en sí que tenga la empresa se tenga que encargar de gestionar este ámbito pero, pese a esto, es muy aconsejable el optar por hostings que cuenten con un papel de control sencillo e intuitivo por si se requieren de ciertos cambios. De esta manera, no habrá que esperar a que el soporte técnico se encargue. Aquí entrarían los mismos dominios ya mencionados o las cuentas de correo, por ejemplo, por lo que es clave.

  • Valoraciones. La ventaja de tener Internet es que de una forma cómoda, rápida y sencilla se puede obtener información de lo más valiosa. En este sentido, cuando ya se tenga una empresa en mente para la contratación del hosting no está de más el echar un vistazo a las referencias que tiene, las opiniones de otros usuarios y las valoraciones que éstos mismos hayan hecho. Por norma general, si una empresa está bien considerada y se mantiene a lo largo del tiempo es por un motivo.