Me llamo Lucía y tengo 275 días para encontrar un novio. Me juego una casa en la playa con mi madre. Soy sincera, alegre, impulsiva y muy divertida. Si crees que puedes encajar conmigo ¡llámame! Este podría ser el anuncio que Lucía, la protagonista de “Ciega a citas”, haría de sí misma.
Lucía busca novio desesperadamente. ¿Por qué? La respuesta está en unos kilos de más, un armario de ropa negra, una madre cargante con una hermana perfecta a juego, un sueldo que apenas da para lo justo y ninguna relación sentimental en el horizonte.