La pequeña villa de Astérix y Obélix es el último lugar que queda fuera del control de Roma. Cuando el recaudador de impuestos Claudius Incorruptus no consigue el dinero de sus habitantes, el propio Julio César se acerca al lugar para ver qué hay de especial en ellos. El secreto es una poción mágica preparada por su druida Panorámix les da a todos una fuerza sobrehumana cuando la beben.