Una tortuga que sobrevuela un decimonónico edificio en llamas mientras una hierática dama victoriana contempla el espectáculo rodeada de minúsculos caballeros con sombrero de copa, una casa con una cabeza humana boca abajo, o una rana que parece saltar hacia media naranja que ocupa el lugar del sol sobre un mar en calma... cualquier cosa es posible en los collages de Franz Roh que conforman la muestra que se inaugura esta noche, a partir de las 20:00 horas en la sala B del TEA (Tenerife Espacio de las Artes).

Al respecto, el director de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Cristóbal de la Rosa, destacó que "es la primera vez que dedicamos una exposición al collage como medio expresivo".

De la Rosa agradeció la colaboración en este montaje del Ayuntamiento de Córdoba y la sala de Arte Vimcorsa, ubicada en la misma localidad, así como de las galerías Guillermo de Osma (Madrid), Berinson (Berlín) y Ubu (Nueva York), al tiempo que subrayó la contribución de la figura de Roh en el desarrollo de las vanguardias canarias.

Por su parte, el conservador de la colección del TEA, Isidro Hernández, apuntó que las más de 40 piezas que protagonizan esta instalación son "una serie de creaciones realizadas de forma íntima en el hogar, a modo de entretenimiento".

En concreto, se trata de "imágenes que nos remiten a los collages del maestro del surrealista Max Ernst". A esto agregó que "estas obras tienen como denominador común una estética pretérita, ya que, para confeccionarlas, utilizaba recortes de revistas ilustradas del siglo XIX, sobre todo de anatomía y botánica".

Según enfatizó "el collage resume muy bien una de las máximas de las vanguardias de abrir un horizonte nuevo de fantasías ante la mirada del espectador". Así, "la obra de Roh, que está cargada de humor e ironía, aún genera sorpresa y desconcierto", apostilló.

Promotor del arte amateur y de los locos

La figura de Franz Roh (1890-1965) es conocida fundamentalmente en España por la publicación en 1925 del libro "Realismo mágico. Post impresionismo", que Hernández calificó como "fundamental" para las vanguardias y que se convirtió en un manual de cabecera para los artistas e intelectuales de le época que configuraban esa "constelación de la nueva figuración", entre los que, a modo de ejemplo, citó a Jorge Oramas y Juan Ismael.

Este historiador, crítico de arte y teórico de la fotografía y el collage fue apartado temporalmente de la enseñanza en el año 1933, con la llegada al poder del Nazismo en Alemania al considerarlo un promotor del "arte degenerado". A su vez, Roh se mostró siempre muy interesado en difundir el arte de los amateur y de los locos.