Viajar es, para muchos, el placer inigualable que responde a nuestro instinto nómada frente al desencanto del sedentarismo y constituye una de las fuentes fundamentales del ser humano para atrapar en la memoria sensaciones y emociones. En definitiva, tomar sabiduría del exterior.

Tal vez ese impulso que nos lleva afuera esté justificado con la pareja o con la familia; incluso en solitario. Pero, probablemente, los instantes y lazos que se forjan entre los que acuden en grupo a destinos desconocidos destellen con esa sorpresa de la amistad agazapada y lista para descubrir.

De escapadas en grupo, también de gastronomía foránea y de destinos donde el patrimonio supone un incentivo para la vista y el espíritu, sabe, y mucho, Fernando Calviche. Dirige la empresa tinerfeña Tenmar, que forma parte de la asociación de agentes de viaje canarios CanVia, que aglutina este tipo de iniciativas.

Tras varias experiencias espléndidas en las que el eje del rumbo elegido lo conformaba precisamente la variedad culinaria del lugar o su riqueza patrimonial y monumental, ahora plantea otra de esas posibilidades que llevarán al viajero a tierras catalanas, concretamente a Tarragona, donde los argumentos coquinarios son más que elocuentes, al igual que los rasgos y la esencia que guardan las piezas monumentales y los conjuntos arquitectónicos.

Después de probar suerte, como muestra, con la Ruta del pescaíto frito, en Andalucía, o la del Quijote, en Castilla-La Mancha, el puente de primeros de mayo se presenta como una oportunidad para pasear por los vericuetos tarraconenses: de Santes Creus a Poblet, y a Valls, de Deltrebe a Villafranca del Penedés o San Sadurní da Noia.

Además de los contrastes naturales en tierras tarraconenses o parajes barceloneses, el grupo va a poder deleitarse con esos típicos "calçots" (una especie de cebolleta) con salsa romesco, o catando el más selecto cava que da esa denominación de origen.

Del 1 al 5 de mayo, según el programa, habrá tiempo para degustar las joyas del recetario payés, además de distintos exponentes coquinarios que se distinguen por sus intensos repuntes gustativos como es el de esa "calçotada" tan peculiar y grata para el paladar.

Una de las jornadas se centra en la visita del Ecomuseo del Parque Natural del Delta del Ebro. Los recién llegados se adentrarán en ese peculiar hábitat y, especialmente, en el funcionamiento de los aspectos naturales y humanos de su ecosistema, además de los rasgos arquitectónicos.

Tarragona es un centro de atracción turística de primer orden. Su origen se remonta a la antigua Tarraco romana, capital de la Hispania Citerior Tarraconensis. El Conjunto arqueológico de Tarraco ha hecho que esta ciudad propuesta para el viaje cultural y gastronómico sea considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La riqueza gastronómica alcanza altas cotas para el comensal.

POR DESCUBRIR

Entre las opciones que se barajan para futuras expediciones de las Rutas Culturales y Enogastronómicas, se encuentran Burgos y Santo Domingo de Silos y Covarrubias; la Ruta de los Conquistadores y Vía de la Plata o Cuenca y la Ciudad Encantada.

Los precios se ajustan a la calidad y confort de los alojamientos seleccionados, así como en los servicios generales que asisten a los pasajeros durante los traslados de unos puntos a otros. (Información, Tenmar, teléfonos 922 53 27 02 / 922 28 65 52). Estimulante compendio de monumentos como para yantar y brindar