Me llama mucho la atención que los hombres se destaquen tanto cuando se ponen manos a la obra y rompen la barrera de las tareas "típicamente femeninas". Los grandes nombres de la moda y también de la cocina, tareas típicamente consideradas "de mujer", son masculinos. Claro está que cuando pensamos en los grandes diseñadores Coco Chanel está en la lista de los más famosos, aunque hoy el que esté al frente de la Maison Chanel sea un hombre.

Los demás de la lista podrían ser Christian Dior, Hubert de Givenchy, Yves Saint Laurent, Cristóbal Balenciaga, Pierre Balmain, Andrès Courrège, Pierre Cardin, Paco Rabanne... Hombres. Muchos hombres.

Claro que los más espabilados me dirían: ¡Pero está Lanvin! Y yo diría: hay mucha gente que no sabe que el nombre que precede el apellido Lanvin era el de una mujer: Jeanne, y que, además fue una visionaria, una mujer emprendedora y muy adelantada a su tiempo. La Maison Lanvin también tiene hoy a su frente a un hombre, el diseñador Alber Elbaz. También me dirían: ¡Pero si está Elsa Schiaparelli! Y es verdad. Pero estoy segura de que mucha gente no la conoce. Ni a ella ni a su espectacular trabajo junto a los grandes nombres de su época, como Salvador Dalí o Jean Cocteau. También está Madeleine Vionnet, pero yo diría que tampoco hay mucha gente que la conozca. Una pena. Esas y algunas más fueron grandes diseñadoras, pero sus nombres no son los más conocidos del gran público.

Hoy son unas cuantas mujeres las que llevan las riendas de los negocios de moda y muchas se han destacado en el panorama internacional. Pero, entre los diseñadores, todavía sigue habiendo muchos hombres.

Algunas diseñadoras de moda actuales

Vivienne Westwood. La creadora británica nacida en 1941 que revolucionó, literalmente, la moda con su estética punk anárquica y su moda de protesta. Inauguró su primera tienda en 1971 con su entonces marido, Malcom McLaren, manager de los Sex Pistols. Vivienne mantiene hasta hoy su look y su toque transgresor en todo lo que hace.

Miuccia Prada. La fantástica italiana que, siendo una joven estudiante comunista de Milán, fue llamada al orden por su familia y empezó a gestionar el envejecido negocio familiar. Lo transformó en un imperio fashion internacional, con tiendas en Nueva York y Tokio que son referentes de la arquitectura mundial. Prada, la marca, es un referente de la moda y lo que se ve en su desfile será tendencia.

Donna Karan. La norteamericana llevó su estilo de vida espiritual, el yoga y la meditación a sus tiendas de Nueva York y tiene un fiel club de seguidoras de su estilo sobre todo en Estados Unidos. Sus perfumes se venden como palomitas en todo el mundo y, según la propia diseñadora, sus velas aromatizadas venden más que su ropa.

Rei Kawakubo. La diseñadora japonesa de Comme des Garçons es sin duda provocadora. Cuando llegó a Paris en 1981 para enseñar por primera vez en occidente su colección, los críticos miraron con horror sus siluetas descontruídas y los acabados deshilachados. Hoy preside una multimillonaria compañía privada. En 2004 creó con la diseñadora Vivienne Westwood una colección que se vendió solamente en Tokio.

Stella McCartney. Su apellido ha llamado la atención hasta que su trabajo empezó a ser reconocido por lo que era: genial. Con la bandera verde muy alta desde el principio de su carrera, Stella ha sabido conquistar a las mujeres de todo el mundo con sus diseños. Lanzó una línea deportiva en colaboración con Adidas, diseñó el vestuario de Madonna para su gira Re-Invention tour y ha hecho varias otras colaboraciones, incluida una línea de ropa para niños con Gap.

Phoebe Philo. Recién salida de la escuela de moda, en 1997 entra a trabajar como primera asistente de Stella McCartney en Chloe. Con la salida de Stella para trabajar su propia marca en 2001, Phoebe toma el mando en Chloe y vuelve locas a las mujeres con sus vestidos baby doll y sus bolsos Paddington. En la colección primavera verano de 2005 los 8.000 bolsos producidos ya estaban todos vendidos antes de llegar a las tiendas. En el momento álgido de su éxito, lo deja todo para cuidar de su familia. En 2008 vuelve a la moda al frente de la marca francesa Céline, del grupo LVMH.

Sarah Burton. Después de hacer un año de prácticas, en cuanto estudiaba en la Central Saint Martins, fue contratada como asistente personal de Alexander McQueen. Asumió la dirección creativa de la casa cuando él falleció en febrero de 2010 y sigue haciendo un increíble trabajo al frente de la marca. Fue ella quien diseñó el vestido de novia de Kate Middleton así como el que lució su hermana, Pipa Middleton, en la boda.