Podríamos llegar a sentir el poder afrodisíaco del vino e incluso deducir que, además de un líquido tan apreciado, posee un bagaje cultural desde la época faraónica, pasando por el Neolítico, Grecia, Roma o China en la antigüedad, hasta que es adoptado por el Cristianismo en ceremonias sagradas, sin olvidarnos de las bodas de Canaán. Del sánscrito "vana", que significa amor, Baco, Venus, Afrodita... dioses y humanos, inspirados por el aroma, color y efecto en el estado de ánimo de quien lo prueba. La mesura es el ideal aliado de nuestras uvas fermentadas que cautivan durante siglos a la humanidad. La mujer, cómplice de la sabiduría de la madre tierra, cultivadora, cuidadora y amamantadora de la vida, posee una especial virtud con las vides para mimar sus parras, vendimiar y aromatizar adecuadamente este manjar, presente en relaciones sociales, empresariales, públicas y en la más estricta intimidad. Quién no conoce un Chardonay, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Jerez, Oporto...

Canarias, durante las últimas décadas, ha optado por un lugar destacado en el ámbito vitivinícola en Europa y en el resto del mundo. Y en este marco de desarrollo del sector agrícola y del vino, el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Tacoronte son grandes impulsores a continuidad de proyectos y compromisos importantes, así como al reconocimiento a las bodegas canarias por su excelente labor, a través de los premios Alhóndiga 2013, celebrados en junio, constituyendo este premio el más insigne homenaje en todo el archipiélago canario.

Los vinos denominados como malvasía, afrutado, tintos o rosados en diferentes modalidades fueron galardonados con 42 premios este año en su vigésimo sexta edición.

El alcalde de Tacoronte, Álvaro Dávila, destacó la importancia del emblemático edificio de La Alhóndiga y su gran valor histórico, y el orgullo por los magníficos vinos canarios, así como añadió "me gustaría pedirle al Presidente del Gobierno de Canarias y al Cabildo de Tenerife la creación de una mesa de trabajo, ofreciéndonos como interlocutores, y a este mismo edificio de La Alhóndiga, para trabajar conjuntamente con el sector turístico y los consejos reguladores para ofertar e impulsar nuestro mercado vinícola a todos los turistas que nos visiten".

El consejero de Agricultura del Cabildo, José Joaquín Bethencourt, destacó "la importancia de la unidad, el compromiso y la solidaridad entre todos en el sector vitivinícola, así como la vigilancia de la entrada fraudulenta y competencia desleal en el mismo". El presidente canario, Paulino Rivero, apostó por la recuperación y un mayor desarrollo del sector agrícola; y gravar con impuestos más elevados para los productos de fuera, confiando en el impulso de 2.000 millones de euros de la UE entre los años 2014 y 2020.

Dos de las mujeres galardonadas con el Concurso Alhóndiga fueron Cecilia Farrais, de Bodegas Tajinaste, de La Orotava, y Carmen Gloria Ferrera, de Bodegas Ferrera, en Arafo.

Cecilia Farrais, o "Chila", reconoce la importancia de la mujer en el sector agrícola.

¿Cuándo comenzó con su carrera como viticultora?

Desde hace generaciones en mi familia, en La Orotava, hay tradición bodeguera. Mi incursión fue en 1969, y fuimos conocidos por el vino de mesa El Ratiño. Posteriormente, cuando alcanzamos la denominación de origen en 1992, la bodega fue bautizada como Tajaraste, en honor a la flor autóctona del Teide.

¿La mujer está integrada en el ambiente cultural y laboral vinícola?

La mujer tiene un lugar altamente relevante en el mundo del vino. Ella vendimia, cosecha, cultiva, y hay grandes enólogas. Actualmente el proceso está muy mecanizado en las bodegas, dado el gran volumen con el que trabajamos, 187.000 kilos de uvas al año, por 0´75 % por botella. Las féminas rinden laboralmente muchísimo y son enormemente competentes.

¿Algún premio?

Hemos recibido importantes premios, incluido un reconocimiento en Bruselas.

Carmen Gloria Ferrera confiesa que su receta para la elaboración de vinos es agregarle una gran dosis de cariño.

¿Las mujeres son buenas enólogas?

Estupendas catadoras y enólogas. Por otro lado, contamos con cada vez más alumnas en nuestros cursos de cata de vinos. Siempre digo que nunca es tarde para hacer nuestros sueños realidad, y Bodegas Ferrera, en cierta forma, empezó con espíritu matriarcal, con mi abuela, ya en la bodega, y yo lo retomé hace 7 años, cumpliendo un gran anhelo en mi vida.

¿Cuál es su vino favorito?

Es difícil pronunciarse. Realmente son todos nuestros vinos. Es como si tuviéramos que decir a cuál de nuestros hijos queremos más; evidentemente, queremos a toda nuestra familia. Hemos recibido muchos premios, e incluso un galardón de Burdeos.

¿Es un cauce de relaciones sociales el ambiente en las bodegas?

Nos encontramos muchas veces a un nivel más distendido con las personas, con una copita de vino, en momentos de ocio y, a veces, hasta para firmar importantes negocios. Nos aflojamos y nos invita al diálogo.

¿Crisis en la agricultura? Depende de la proyección empresarial entre calidad, buen producto y el servicio. Ojalá nos vaya bien a todas las bodegas. La competencia sana es positiva, porque nos hace crecer. La subvención del POSEI de la Unión Europea nos ayuda para sulfatar...(entre risas).