La fotografía acuática representa una profesión en auge y un delicioso "hobby" para muchos que se sienten atraídos por la belleza submarina y deciden explorar sus paisajes naturales, a través de una cámara, y captar imágenes inéditas. Tal es el caso de Laura Serrano, que desde niña, en las playas de Ibiza, comenzó con cámaras desechables, fotografiando instantes marinos con sus amigos, durante el verano.

Lo que comenzó como un juego infantil, hoy en día la ha llevado a ser profesional en un mundo que, según relata, cada vez encuentra más participación de la mujer. Serrano afirma que "La fotografía acuática no es tan usual como otras formas de fotografía, sin embargo, está en alza, y las féminas representan un claro exponente, por la exquisita sensibilidad que tenemos y la relación sutil que establecen con el elemento agua, por nuestra propia biología, embarazos, menstruaciones, relación con las mareas y la conexión con el inconsciente". Laura Serrano no se considera una fotógrafa paisajística; es especialista en fotografiar mujeres bajo el agua, en apnea, escogiendo un entorno muy determinado, sin usar iluminación ni elementos artificiales. Lo que realiza son fotos totalmente naturales.

"Me gusta", dice, "realizar un trabajo muy personal y captar la relación femenina con la paz y el silencio del mar. Es un lugar infinito, donde te dejas llevar, no estás en la acción, sino en la receptividad. El mar manda, y te conviertes en el observador de lo que te quiere mostrar". Esta fotógrafa, posee numerosas anécdotas, pero especialmente recuerda con cariño las bodas bajo el agua, que "me conmueven mucho". En una ocasión, comenta, "el novio perdió el anillo en el agua, y antes que considerarlo un mal presagio, buceé segura de que iba a encontrar su anillo, y así fue, y tuvimos un final feliz".

Existen mujeres fotógrafas de reconocimiento mundial, como Elena Kali, que reside en Las Bahamas, y referente para Laura y otros muchos fotógrafos; y aclara que "hay cada vez más mujeres fotógrafas, como Diane Arbus, integrando el elemento agua, y aceptando las diferencias con lo masculino. El hombre, a veces, utiliza la dominación sobre los elementos, o trata de someter, aunque también hay hombres muy sensibles; en cambio, la mujer es más conciliadora con la naturaleza, y es la suavidad, a la vez que la fuerza de la vida, lo que plasmo en mi obra".

Laura ha expuesto en Gran Canaria, Barcelona, Ibiza y, actualmente, muestra su trabajo en Magma Arte y Congresos de Tenerife, en una exposición colectiva junto con otros fotógrafos organizada por Mark Fradley, a través de Ten-Diez Movement y que permanecerá abierta al público hasta el próximo lunes.

Paisajes relevantes por sus aguas cristalinas son objeto de futuros proyectos fotográficos, como Tailandia, Micronesia o México, aunque el Mediterráneo y Canarias son favoritos para ella.

"La creatividad se lleva adentro, no es cuestión de currículum ni de amiguismos, sino de presentar tu obra. El mar es un medio muy poderoso, como un mundo vital paralelo, para estar ahí, contemplando, totalmente presente. Es más importante adaptarse que dominar", concluye la fotógrafa.