¿A quién no le gusta un buen perfume? También en verano nos apetece utilizarlos, pero hay que tener en cuenta que hay ciertas notas de perfume que es mejor dejar para las estaciones frías, con los jerseys de lana y los abrigos.

Para el período estival, lo mejor es que los perfumes sean frescos, como los cítricos, los frutales, los oceánicos y las notas florales muy ligeras. Para las altas temperaturas lo mejor es evitar los florales muy pesados y empalagosos, así como el pachulí, la vainilla u otros aromas dulces o azucarados.

También hay que tener en cuenta que el calor corporal, con las altas temperaturas del verano, hace que el alcohol de los perfumes evapore más rápidamente. Así que lo ideal es buscar una fórmula a base de agua y tener un pequeño aplicador en el bolso para volver a aplicar el perfume durante la jornada. Aunque hay que tener mucho cuidado para no exagerar en la dosis.

Para que la fragancia dure más tiempo, podemos probar productos como la crema corporal o el gel de baño de la misma línea que el perfume que utilicemos. Eso hará que estemos perfumadas durante más tiempo y siempre hay que tener en cuenta que si utilizamos productos distintos con olores muy fuertes, sobre todo en verano, el resultado puede ser desastroso.

Cada vez más se lanzan ediciones de verano de las fragancias más populares, ya que los perfumes son la puerta de acceso a las grandes marcas y la niña de los ojos de las grandes empresas de moda.

Aunque muy pocas personas puedan acceder al alto lujo de marcas como Chanel, Dior o Saint Laurent, por ejemplo, muchas si pueden comprar un perfume de esas marcas.

Actualmente los accesorios, de una manera general, son los que generan el 80% de la facturación de las grandes marcas y la perfumería y la cosmética están en el número uno de la lista, seguidos por bolsos, zapatos, gafas y otros accesorios.

Los primeros diseñadores del siglo XX, como Charles Worth o Coco Chanel, por ejemplo, ya pensaban en la perfumería como elemento de seducción para las compradoras de sus ropas.

Worth fue uno de los primeros que en 1924 creó su perfume, llamado Dans la nuit (en la noche). Reconociendo ya la importancia del embalaje, invitó a nada menos que a Rene Lalique para crear la botella perfecta para su perfume. Pieza de coleccionista, la botella en cristal azul noche, con estrellas y una luna creciente en la tapa es una obra de arte.

Pero nada es comparable a la visión que tenía Gabrielle Chanel de la moda, de la mujer y del mundo en que vivía. Visionaria y siempre adelantada a su tiempo, Chanel fue la primera en dar importancia a los complementos por sí mismos. Decía que con ellos se podía crear una imagen y que, además eran mucho más asequibles que la ropa. Y con los perfumes no fue distinto. Fue la primera en relacionar estrechamente la moda con el perfume y la realidad es que hoy en día hay muchas marcas que son más conocidas por sus perfumes que por sus colecciones de ropa. No hace mucho tiempo oí en una perfumería a dos chicas jóvenes que se habían quedado muy sorprendidas de que Kenzo fuera una "marca de ropa"...