Cuando un espectador se introduce en la sala queda seducido por dos ideas: la danza y la fotografía. Luego, la siguiente pregunta es inevitable. ¿Qué fue primero la imagen o la coreografía? "Nomadans", la exposición que se puede visitar gratis hasta mañana, domingo, en el Espacio Puente del TEA Tenerife Espacio de las Artes de esta capital, es una explosión de movimiento congelado. No. No es una contradicción. Lo que han recreado Javier Mosquera de la Vega, Elías Aguirre Imbernón, Juan Carlos Arévalo y Camille C. Hanson es un universo idílico donde la coreografía se subordina a la imagen "capturada" en un marco de 35 milímetros.

"Nomadans", traducción sueca del concepto de danza en espacios urbanos no convencionales, se integra en el programa del Festival Internacional de las Artes del Movimiento de Tenerife (FAM''13). "La explicación de lo que hacemos no es fácil de definir", aclara Javier Mosquera. "Es que ''Nomadans'' ni es danza, ni es fotografía... Son las dos cosas fusionadas en una idea en la que cada uno de los miembros de este colectivo imprime su sello personal", argumenta De la Vega.

Javier Mosquera, bailarín durante dos décadas y fotógrafo desde hace diez años, es uno de los arquitectos de un boceto artístico atrapado por el movimiento. "El punto de partida era desarrollar un lenguaje con la danza a través del vídeo y la fotografía en espacios no convencionales, pero repletos de simbolismo", dice de una experiencia que en el caso de Tenerife quisieron llevar al Parque Nacional del Teide. "Al final tuvimos problemas con los permisos y la recreación se hizo en los exteriores del Auditorio de Tenerife", matiza de una cita que se llevó a cabo a principios de este mes.

El material audiovisual y gráfico de "Nomadans" que se obtuvo coincidiendo con la apertura del FAM''13 se quedará en la Isla para formar parte del archivo del Festival Internacional de las Artes del Movimiento de Tenerife. Dos años de trabajo se concentran en la propuesta que "Nomadans" ha traído a Tenerife. "Allí donde vamos tratamos de dejar huella con un trabajo personalizado en el que siempre hay una conexión con el espacio en el que nos mostramos. En este caso, quisimos explorar un mundo ligado a la leyenda de la Atlántida. En esa interacción nos ayudaron 12 bailarines de Tenerife que elegimos en una prueba".

Mosquera tiene claro que el concepto de "Nomadans" cabalga entre dos mundos. "No somos un proyecto de artes escénicas, ni somos un proyecto de artes plásticas... Esto es un híbrido que está a mitad de camino entre esos dos mundos, pero que permanecen unidos por el movimiento".

Esa sensación de vida fue la que sintieron los espectadores que acudieron a la inauguración de una exposición en la que los actores principales de las fotografías acababan danzando en el centro de la sala. "Ver cómo las mismas personas que aparecen en una foto bailan junto a ti es una experiencia diferente", precisa Mosquera en relación a la puesta en escena de "Nomadans". "Esto no solo es una exposición de fotografías y de videodanza, sino la conjunción de un montón de sensibilidades que proceden de cuatro puntos de vistas distintos", matiza sobre la unidad que destilan sus ideas coreógrafías, las imágenes captadas por Elías Aguirre, la labor desarrollada por el cineasta Juan Carlos Arévalo y, por supuesto, los movimientos de la bailarina Camille C. Hanson. "Nos hemos conocido en distintas etapas y circunstancias, pero el lenguaje que se transmite en ''Nomadans'' es unitario".

Javier Mosquera, por último, construye un triángulo mágico en torno a este trébol artístico para explicar por qué hay que ver los contenidos de "Nomadans". "El material que estamos mostrando en el Espacio Puente del TEA es interesante, bello y, sobre todo, transmite algo positivo... Eso es lo que buscamos en las imágenes. Que la danza aparezca en espacios imprevistos; que la cámara capte el movimiento fusionado con la belleza de un lugar", simplifica de un concepto que muy bien pudiera ser calificado como arte elevado al cuadrado.

Javier Mosquera

Componente del proyecto "NOMADANS"