Joaquín Sorolla y Bastida nunca estuvo en Tenerife. Al menos su obra pictórica no se expuso públicamente por estas coordenadas atlánticas. "Sorolla. El color del mar" es el título de la exposición que se podrá ver en el Espacio Cultural de CajaCanarias de la capital tinerfeña hasta el próximo 1 de febrero de 2014.

Sesenta obras del pintor valenciano se han organizado en tres bloques expositivos que se pueden visitar de lunes a sábado, de 11:00 a 14:00 horas, en horario de mañana, y de 17:00 a 20:00 horas, si los visitantes se deciden por el turno de tarde. "El espectáculo incesante. Agua", "De la naturaleza a la pintura" y "Las horas del azul". son los epígrafes que introducen al espectador en una escenografía dominada por el efecto Mediterráneo que está presente en un porcentaje bastante alto de la obra de Joaquín Sorolla.

Andrés Orozco Muñoz, director territorial de La Caixa en Canarias, y Marisa Tejedor, presidenta de la comisión gestora de la Fundación de CajaCanarias, fueron los encargados de dar la bienvenida a una muestra pictórica cuyos contenidos fueron explicados por Consuelo Luca de Tena, directora del Museo Sorolla. "No se hace obra social para captar clientes", declaró Orozco Muñoz en relación a un proyecto que se ha convertido en realidad a partir de una colaboración conjunta del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la Fundación Museo Sorolla, la Fundación CajaCanarias y la Obra Social de La Caixa.

"Sorolla es un pintor que merece ser conocido", avanzó Luna de Tena sobre un maestro de la pintura del que destacó "no solo la calidad de su obra, sino el mensaje tan optimista que transmitía en sus cuadros. Él era un enamorado de la vida y, a pesar de formar parte de un movimiento que aguantó un ciclo muy negativo para España como lo fue la Generación del 98, Sorolla nunca perdió la sonrisa y se levantaba todos los días a pintar ese sol que tanta energía positiva le inyectaba", explicó.

La portavoz en el acto de presentación de ayer de la Fundación Museo Sorolla dijo que "a Sorolla le estamos devolviendo el protagonismo que alguna vez pudo caer en el olvido por efecto del auge de las nuevas vanguardias, pero él fue un pintor reconocido en vida que recibió halagos en España, Francia, Alemania, Gran Bretaña o en los Estados Unidos", enumeró la experta en relación a uno de los creadores más prolíficos de todos los tiempos: se han catalogado más de 2.200 obras cuya autoría se le atribuye a un impresionista que, en realidad, alcanzó fama mundial por ser un virtuoso luminista.

Consuelo Luca de Tena asegura que el protagonista de "Sorolla. El color del mar" fue un ser atrapado por la belleza y la fuerza del mar. "El pintó su Mediterráneo, el de Valencia, pero sabía que el dinero estaba en Madrid", matizó antes de explicar que "en sus idas y vueltas -Madrid a Valencia y viceversa- se fue gestando la personalidad de un artista ambicioso. Sorolla tenía claro que no quería ser un pintor local y buscó que su obra fuera universal", reveló la especialista justo antes de analizar de manera más precisa el lenguaje que se encierra en los cuadros que conforman los bloques "Las horas del azul", "El espectáculo incesante. Agua" y "De la naturaleza a la pintura". En ese laberinto de potentes influencias sorolliana todo es luz, color y movimiento.

Sorolla remojaba sus pies en el mar para captar sensaciones. Esa manera tan empírica de contrastar lo que quería plasmar en sus composiciones es algo que Luca de Tena conecta con la línea más naturalista del artista valenciano. "Su magia está en la luz en movimiento y la transfiguración que se percibe en todos sus cuadros".

La directora del Museo Sorolla establece dos líneas de trabajo en su etapa más fructífera. "Existe un periodo en el que su pintura se hace más rotunda y colorista, pero esa potencia se inclina al final de su producción hacia un Sorolla más lírico; un lenguaje donde todo se rige por el control del color y de la luz", destaca.

"El no puede pintar despacio -es un artista de trazo nervioso- porque ni el mar ni la luz permanecen quietas. Ese movimiento permanente lo transfigura en una pintura fácil de reconocer por la gran belleza que transmite al espectador... Ahora deben ser los visitantes los que juzguen si ''Sorolla. El color del mar'' encuentra su ubicación en un escenario rodeado de mar".

Consuelo Luca de Tena

directora del Museo Sorolla