La Luz de las Esferas Sefiróticas" representa la denominación en clave cabalística de la exposición de cuadros referidos a la sabiduría antigua del pueblo judío antes de Cristo, inspirados y ejecutados por Paula Plaza, quien comenzó un trabajo de investigación años atrás. "La cábala es universal. No hay una única cábala judía, sino que podemos encontrar cábala pitagórica, cabala griega, cábala latina y cábala cristiana. La palabra cábala procede de una forma intensiva del verbo "quibel" que significa "recibir". Es exactamente el sentido de la palabra "tradición" del latín "tradere" que viene a ser como transmitir de mano a mano. Por tanto, la cábala es la transmisión de algo. Y en la inmersión en este conocimiento, me encontré con el "árbol de la vida", llave de entendimiento de esta reflexión profunda acerca del ser humano, y que en sí mismo contiene diez esferas, séfiras o vasijas llenas y vacías de contenidos espirituales", define la autora que exhibe su obra dedicada a las Séfiras, en el Parque García Sanabria hasta el próximo 2 de diciembre, auspiciada por la concejala de Cultura de Santa Cruz de Tenerife, Clara Segura.

Paula Plaza Moreno, licenciada en Bellas Artes, especialista en Ilustración médica y docente de dibujo para adolescentes en institutos, pertenece al colectivo cultural "Apresto" que co-protagonizaron la exposición colectiva "Esferas Interiores" en el Centro de Arte La Recova durante este año. De la mano de María Luisa Hogdson, esta pintora, expuso en el TEA, Tenerife Espacio de las Artes, diferentes plasmaciones gráficas de esferas referidas al cuento de Julio Cortázar "La Casa tomada".

La cábala, podría considerarse una herramienta para acceder más conscientemente a la realidad que nos rodea, una vía de autoconocimiento para las personas interesadas en aprender de sí mismas y evolucionar en sus cualidades internas, según esta tradición ancestral, que considera el lenguaje como creador.

Algunos textos sagrados como la Torá, supondrían el acceso a la creación de otros mundos y realidades, siendo este conocimiento oculto rescatado a fines del S:XII en la Provenza y Cataluña, a través de comunidades judías en España. "Actualmente he llegado a retratar 111 dibujos de séfiras, que son esferas que contienen simbolismos propios y virtudes, que en mi experiencia personal, en silencio y meditación, conducen al observador a su vivencia interior, y al encuentro con su propio corazón. La necesidad de expresar libremente el contenido de mi alma, simplicidad, y liberarme de viejos pensamientos me llevó al abrazo con el árbol de la vida, hilo conductor con el origen de nuestra existencia, y obviando el acercamiento al Árbol de la Muerte, que me impone mucho respeto" afirma Paula, que decidió pensar menos, desechar las estrategias mentales para provocar efectos en los demás, y reconocer el lugar de la mujer en el mundo de la simbología cabalística.

"La mujer constituye un recipiente perfecto, llamado Biná, para recibir la esencia masculina o Jojmá. Amar más y mejor, aprender el uso del rigor, y no excedernos en nuestras virtudes que conduce al desequilibrio, lidiando con el egoísmo, el gran enemigo del hombre, son premisas que aprendí de rabinos y maestros como Laitman, Richardson o Wynn Westcott. Reconocer defectos propios y espejismos sobre otras personas nos enseña la sefirá Yesod", asevera la artista, y añade "Mujer, acércate a tu alma y conócete, es lo mejor que puedes hacer por ti".