Las siete familias afectadas, unas 20 personas de forma directa, por la caída de una enorme piedra a consecuencia de las lluvias del pasado martes en María Jiménez se reunieron ayer durante casi dos horas con el alcalde, Miguel Zerolo, y varios concejales, una cita de la que surgió el compromiso de trabajar en dos líneas: la seguridad del entorno de la conocida como "Casa de los Felipe", propiedad de una de las familias más antiguas y conocidas de este barrio del litoral de Anaga, y realojar en régimen de alquiler en el mismo barrio a los perjudicados directos de siete viviendas, aunque serían en total dos casas, una sobre la que cayó la piedra y la otra situada un poco por encima.

La cita estaba prevista para el mediodía y la habían concertado los servicios sociales municipales el pasado día 31. Hubo cierta tensión cuando dos abogados que acompañaban a los vecinos, entre ellos el político Pedro Fernández Arcila, pretendieron estar presentes durante la filiación y la ficha técnica que iban a llevar a cabo las trabajadoras de las UTS, que argumentaban la necesidad de "privacidad" para conocer cada historia.

Hubo minutos delicados cuando algunos afectados achacaron, ante la prisa de las trabajadoras mientras ellos estaban en improvisada asamblea, que "el día de la tormenta ni fueron por allí. No nos llevaron ni una botella de agua ni una bolsa de comida, no enviaron psicólogos, nada de nada. Ni un sólo político, sólo bomberos, policías y dos técnicos. Y luego aquí tienen prisa y exigen".

Los abogados sí acudieron a la reunión con Zerolo, junto a dos representantes por cada familia. El alcalde estuvo acompañado de los ediles de Infraestructura y Obras (Norberto Plasencia); Urbanismo (Luz Reverón) y el Distrito Anaga (Sheila Trujillo, a la que fuentes vecinales achacaron que "en un primer momento nos remitió a ir al Infobox de San Andrés"). También estuvo presente Santiago Déniz, antiguo dirigente vecinal, quien dijo estar "dolido, ya que son familias de toda la vida del barrio" y que acudía como vecino "para ayudar" y por razones personales, "ya que mi nieta juega todos los días con sus amigos en la zona del impacto". Ayer se estaba permitiendo entrar "a cuentagotas" en las casas, aún precintadas, para recoger enseres, ya que desde la misma noche del día 30 los residentes están alojados en casas de familiares.

Realquilar en el barrio.- Los vecinos habían concertado el día 1 una cita con un técnico privado que dio su diagnóstico. Después del 31-M, e incluso antes, los bomberos "ya advirtieron de que había que poner pantallas dinámicas, romper determinadas piedras y colocar un mallado en la ladera". El informe del técnico que acudió a la zona el Año Nuevo confirma esta tesis y propone "primero, anclar las piedras; luego, elaborar un informe detallado de la ladera y otro de un geólogo y desde ahora comenzar a actuar en una pantalla dinámica, así como en las piedras de mayor riesgo, todo desde el punto de vista técnico y de seguridad. Había unas pantallas, pero sólo hasta la zona de los nuevos adosados. De ahí hacia arriba, no". Y en cuanto al realojo "pedimos que los vecinos vivan de alquiler en el barrio en casas de propiedad municipal, que las hay"

"Fueron receptivos".- Los portavoces vecinales mostraron su "satisfacción" tras la cita con el alcalde. Afirmaron que "se comprometen a colocar un vallado y unas pantallas. Mañana (por hoy) nos dicen que ya tendrán los informes técnicos de la ladera, aunque los de cómo están las casas tendrán que aguardar a después del día 11, aunque se comprobará antes quienes pueden volver a ellas y quienes no. Pueden optar por medidas ordinarias como el alquiler y otras extraordinarias que deberán llevar a pleno, aunque fueron receptivos. El informe sobre las estructuras lo tendrán el día 26 y después de esa fecha nos volveremos a reunir". Respecto al realojo "será u proceso inmediato incluso esta noche (por ayer) en algún caso concreto".