En Radazul, cerca de la costa, la comunidad de vecinos que habitan los edificios cercanos a la playa de La Nea sintieron nítidamente los movimientos en sus casas, de tal forma que consideraron, por relaciones, que las viviendas se movían, por lo menos para provocar una cierta inquietud.

Una vecina se puso en contacto el con eldia.es para comentar que estaba trabajando en su despacho cuando la silla se movió ostensiblemente. Calculó que esa sensación de "suelo de mantequilla" duró unos siete segundos.

Se asomó a continuación a la terraza y llamó a su marido en La Gomera. En la isla colombina, en principio, no se había notado nada.

Esa sensación la notó sobre las tres de la tarde y rápidamente se puso en contaco con varias vecinas del inmueble para confirmar que habían sentido lo mismo. Todos los que se pusieron en contacto consideraron, en una primera estancia, que se podía deber a las consecuencias de las última lluvias.

Sin embargo, esta vecina relata que el miedo no llegó a grados superlativos, y nadie, en este caso, salió a la calle por temor a desprendimientos.