La sensibilidad de la ciudadanía está a flor de piel después del temporal de lluvia del pasado lunes. De ahí que en algunas localidades de Tenerife la gente reviviera aquel suceso, además de tener muy persentes las imágenes de Haití, y tras el susto inicial que provocó el seísmo, abandonara sus viviendas y saliera a la calle con el corazón en un puño. En principio no hay que lamentar daños personales ni materiales

Los especialistas subrayan que el seísmo registrado a las 15:10 horas de esta tarde es de origen tectónico, y no volcánico.

El epicentro ha tenido lugar, como tantos otros temblores de menor magnitud que resultan imperceptibles para la población, en una zona de fricción que existe en el fondo del océano, entre Tenerife y Gran Canaria.

De hecho, el pasado 21 de enero se produjo un seísmo de magnitud 2.6 grados; otro el 30 de enero, de 2.3 grados, y otros dos el 31 de enero, de 2,0 y 2.4 grados, que no fueron sentidos.

En relación con las réplicas, los estudiosos advierten de que podrían darse pero, en cualquier caso, con una magnitud inferior a la registrada en el primer temblor.

El mayor seísmo conocido del que se tiene constancia en Tenerife tuvo lugar en la madrugada del 10 de mayo de 1989. El epicentro se localizó a 13,5 kilómteros del litoral de Güímar y no hubo que lamentar daños personales ni materiales.