La cumbre central de Tenerife sufrió hace entre 145.000 y 185.000 años un deslizamiento que formó la Caldera de Las Cañadas del Teide y provocó olas de más de 50 metros de altura que inundaron la plataforma costera de Teno, en la costa noroccidental de Tenerife, dijo el geólogo Juan Jesús Coello.

Esta es la conclusión preliminar a la que un equipo de investigadores ha llegado tras realizar un proyecto que dirige Mercedes Ferrer, del Instituto Geológico Minero de España, y en el que participan profesores de las universidades Complutense de Madrid, de La Laguna y de Lisboa.

Se trata de un proyecto de investigación dedicado a los grandes deslizamientos gravitacionales que se han producido en Tenerife y cuyos depósitos donde mejor se ven es en las galerías de agua, indicó Juan Jesús Coello, quien se incorporó al equipo de investigación en 2004.

Juan Jesús Coello explicó que los grandes deslizamientos en islas volcánicas la masa de material desplomado que entra en el mar y se mueve por el fondo marino genera un tsunami, y agregó que se trata de movimientos "enormes", de cientos a miles de kilómetros cúbicos de volumen y las olas que producen pueden superar según algunos modelos geofísicos los cien metros de altura.

Comentó que conocía los depósitos de Teno, que aparecen a una altura máxima de unos treinta metros sobre el nivel actual del mar, porque son yacimientos paleontológicos catalogados desde los años 80 del siglo pasado, y en ellos hay conchas de bivalvos, corales, erizos e incluso restos de peces, cuyo origen era incierto hasta la fecha y que él creía que procedían de un tsunami.

Juan Jesús Coello indicó que los restos fósiles de los depósitos de Teno son "extraños" con respecto a otros depósitos con fósiles marinos en Canarias, ya que según lo publicado incluyen fauna que vive a cierta profundidad.

El elemento clave que relaciona los depósitos fosilíferos encontrados en Teno con el deslizamiento que dio lugar a las Cañadas del Teide es su composición, muy parecida a la de otro depósito que algunos autores denominan "blast", un material de origen explosivo que se formó durante los eventos que dieron lugar a las Cañadas del Teide.

En ellos es muy característica la presencia de una roca denominada "sienita nefelínica", que cristaliza en profundidad y no en superficie.

Según una de las teorías que explican la formación de Las Cañadas, hace aproximadamente 180.000 años se produjo un movimiento gravitacional catastrófico muy rápido, de forma que toda la cúpula central de la isla de Tenerife se desplomó hacia el mar por el flanco norte.

El deslizamiento removió de manera brusca unos 1.500 metros o más metros de espesor de roca, lo que produjo la descompresión de una cámara magmática situada debajo, que explotó.

En la explosión, los fragmentos de las rocas de la cámara magmática salieron despedidos en todas las direcciones formando un depósito que cubrió toda la isla con espesores de hasta ocho metros en algunos puntos, agregó el geólogo.

De esta forma, el depósito de tsunami de Teno habría sido originado por grandes olas producidas por el deslizamiento, que removieron los depósitos explosivos recién formados y los mezclaron con las rocas y la fauna marina del lugar.

En el momento en el que se produjo el deslizamiento de las Cañadas del Teide el nivel del mar podría estar hasta unos 150 metros más abajo que en la actualidad, comentó Juan Jesús Coello, por lo que las olas, si la hipótesis planteada se confirma, pudieron llegar incluso a superar los 150 metros de altura.

Juan Jesús Coello recordó que en Canarias ya se ha descrito un tsunami producido por un gran deslizamiento más antiguo en Agaete (Gran Canaria), pero no directamente relacionado con una erupción volcánica como el de Teno, lo que hace que el segundo sea "muy especial, no se si único, pero al menos muy particular".

Por fortuna, el depósito de Teno está en un espacio natural protegido, con lo que en principio está a salvo de procesos de urbanización, dijo Juan Jesús Coello, quien destacó la importancia de conservarlo porque tiene una importancia científica "tremenda".

El depósito de Teno tiene varios niveles, posiblemente porque se produjeron varias olas.