"Los principales responsables de que hoy no se cuente aún con un hospital público en el Sur de Tenerife son los que han tenido las competencias y, por lo tanto, la responsabilidad en estos últimos 16 años. Es decir, los gobiernos sustentados por Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP)". Así de rotundo de manifestó ayer la Plataforma Pro Hospital Público del Sur y Suroeste de Tenerife después de asistir al cruce de promesas y acusaciones habida durante la última semana sobre esta infraestructura. "Los partidos políticos con esta actitud lo único que consiguen es perjudicar y desacreditar aún más la reputación de todos ellos, perjudicando seriamente al sistema democrático", añadió el colectivo.

Ante el hecho de que los políticos vuelvan a emplear, por enésima contienda electoral, la promesa de construir y terminar el complejo hospitalario como un reclamo para captar votos molesta en la zona. De hecho, la plataforma entiende que "sería mejor que se quedaran callados, ya que después de 15 años de promesas incumplidas, lo único que consiguen es dejar en evidencia su ineptitud e incapacidad para dar respuestas a las demandas justas y necesarias de una población que ha utilizado todos los cauces democráticos posibles para demandarlas".

Además de pedir "a todos los partidos políticos que solo se utilice este tema para comprometerse con él, y no como arma arrojadiza electoral", el colectivo repasa la historia de esta reivindicación señalando como "un momento trascendental" la presentación ante el Parlamento de Canarias de una iniciativa legislativa popular, respaldada por 35.000 firmas, con un articulado de Ley que pedía la construcción de un hospital público y de gestión pública para la comarca". Sin embargo, las enmiendas de CC y PP "hicieron que se aprobara un centro sociosanitario que estaba a años luz de lo demandado y de las necesidades reales de la población".

Transcurridos 11 años, la plataforma muestra estupor ante el hecho de que "algunos políticos excusan los innumerables incumplimientos en plazos de finalización, diciendo que son debidos a que lo que se aprobó en el Parlamento en el año 2000 no era lo que el Sur necesitaba y que, por lo tanto, esos retrasos eran causados por el afán de mejorar ese proyecto".

Curiosamente, y como reflejo de lo que motiva la crítica de la plataforma, Aurelio Abreu, candidato del PSOE a la Presidencia del Cabildo de Tenerife, considera "una burla hacia los tinerfeños" que PP y CC adquieran ahora el compromiso de agilizar las obras del hospital del Sur. Para el también senador por la Isla, "tanto CC como PP actúan como si no hubieran tenido responsabilidades de gobierno en los últimos quince años, intentando hacer ver a los ciudadanos que ellos no han tenido nada que ver en el inaceptable retraso de esta infraestructura".

Abreu defiende asimismo el papel desempeñado por su partido en este asunto diciendo que "los ciudadanos saben que los socialistas hemos peleado por un hospital de verdad para las comarcas Norte y Sur y que la derecha de estas Islas, tanto en CC como en PP, ha hecho dejación de su responsabilidad de gobierno para retrasar estas infraestructuras tanto como fuera posible".

Ni una sola piedra

En el año 2006 comenzó el movimiento de tierras para construir el hospital del Sur. La realidad actual es que la obra de la parte sociosanitaria está a pocos meses de finalizar pero paralizada porque el Gobierno de Canarias debe hacer una modificación presupuestaria para pagar la cantidad a la que se comprometió. De momento, ya son cuatro meses sin mover una piedra para avanzar en esta actuación. Mientras, el Ejecutivo regional adjudicó la obra de la parte hospitalaria del complejo sanitario del Sur el pasado día 4 por más de 26 millones de euros. Ocupará en torno a 23.000 metros cuadrados y la primera fase debe estar concluida en verano de 2012, pero hasta el verano de 2013 no finalizará toda la actuación, siendo la parte final la de hospitalización, quirófanos y paritorios. En la historia de este proyecto largamente demandado por la ciudadanía del Sur se ha encontrado, además, con la negativa política sobre su necesidad, especialmente en el mandato 1995-1999, el caso omiso a dos manifestaciones multitudinarias celebradas en ese mismo periodo y el intento de los partidos por arrogarse el mayor de los méritos posible en la puesta en marcha de las obras. La realidad es que todavía del hospital no hay puesta ni una piedra.