El salón de Plenos del Cabildo de Tenerife fue escenario ayer de la última sesión del mandato, jornada en la que se dio fin al periodo de cuatro años legal con un orden del día en que se incluyeron un total de 10 puntos. Básicamente, un pleno de trámite para dar por concluido el curso político en la Corporación insular.

En esa despedida, el "buen rollito" se adueñó de la sala y sólo la discusión de uno de los puntos llevados relativo a actuaciones de urgencia realizadas en el enlace de San Benito, en La Laguna, rompió la dinámica de la sesión.

En ese punto, el consejero socialista José Luis Delgado pidió que el expediente se quedara encima de la mesa "porque la obra ha sido adjudicada a dedo y no se han respetado los principios de legalidad" que deben tener este tipo de asuntos. Además, acusó al coordinador de Movilidad, Manuel Ortega, de "haber hecho las obras como una urgencia cuando la Intervención no ha tenido el mismo criterio", por lo que se mostró contrario a que se levantara el reparo del expediente en contra de la opinión de Intervención.

Al respecto, Ortega defendió la urgencia de las obras "porque era necesario acometerlas para evitar el colapso del tráfico a la entrada de La Laguna por San Benito" y aclaró que las actuaciones se hicieron con remanentes de la propia Corporación insular.

Además, "el resultado es que se ha mejorado el tráfico, ha disminuido el aforamiento en estas vías y ha supuesto un incremento de pasajeros en el transporte urbano e interurbano entre un 55% y un 3,6%, respectivamente".

De resto, besos, abrazos, agradecimientos y buenas palabras para concluir el curso.