El Parque Marítimo de Santa Cruz se convertirá, a partir de este viernes día 3 de junio, en la principal opción de muchos chicharreros que quieran darse un baño en el litoral sin salir de los límites de la capital. Tras nueve meses de obras y un presupuesto de 3,5 millones de euros, financiados con cargo al Plan E, el conjunto de piscinas ha sido plenamente readaptado a la nueva normativa sanitaria europea y ya no hay excusas para que el complejo funcione a pleno rendimiento durante todo el verano y más tarde, cuando salga nuevamente a concesión, durante todo el año o casi.

La gran "culpable" de esta otra andadura del recinto es la nueva estación de filtrado de agua que ha hecho cambiar todo el proceso sanitario del agua de las piscinas. Cuando se inauguró, el conjunto ideado por César Manrique se concibió como una instalación con piscinas naturales que se llenaban y vaciaban a diario con agua del mar y cuyo tratamiento de clorado y de regulación del ph era totalmente manual. Sin embargo, con la entrada en vigor de la nueva normativa sanitaria se hizo necesario el montaje de una estación de filtrado por la que pasa toda el agua de las piscinas cada cuatro horas y que inyecta el cloro y los productos necesarios para regular el nivel de ph, consiguiendo que el agua siempre sea apta para el baño.

Además, según detalla el director de las instalaciones, Víctor González, la limpieza del fondo de las piscinas ha pasado del tradicional "manguerazo" con agua dulce al trabajo que realizan unos robots submarinos, manejados por control remoto desde el exterior, para absorber la suciedad del vaso de la piscina y permitir que la piscina no tenga que vaciarse.

Por otro lado, cabe especificar que, a diferencia del verano pasado, todas las piscinas estarán abiertas; tanto la piscina principal, como la infantil y la piscina de la cascada (que el año pasado estuvo cerrada para compatibilizar el inicio de los trabajos en las instalaciones). Asimismo, los usuarios del Parque Marítimo que quieran acceder a la playa pública que está junto al Palmétum lo podrán hacer a través de un control de pulseras que les permita volver a acceder al recinto. Una playa cuyo mantenimiento correrá a cargo de los operarios del parque dado su gran uso por parte de, sobre todo, muchos vecinos de la zona.

También han sido reformados los vestuarios, incrementándose el número de lavabos, sanitarios y duchas y colocándose un nuevo piso, y se ha doblado el número de duchas exteriores, algo que también ha sido adaptado a la normativa actual que especifica cuántas duchas deben instalarse en función de la afluencia de público.

Por otro lado, se repetirá la realización de diferentes actividades lúdicas, tal y como ocurrió el verano pasado, con el objetivo de fidelizar a los clientes y potenciar la diversión a través de la gimnasia acuática, el baile o la instalación de castillos hinchables en el interior de las piscinas. Asimismo, se han incrementado los servicios de restauración, por lo que el recinto contará con una cafetería-heladería, un kiosco de helados y un restaurante de 100 metros cuadrados concebido como un chiringuito andaluz en el que se servirá pescado frito, calamares, cerveza, etc.

Más de 80 trabajadores velarán por que los miles de usuarios que se acerquen al Parque Marítimo, de 10:00 a 18:00 horas y con los mismos precios que el año pasado (2,50 para adultos y 1,50 para menores de doce años), disfruten de unas instalaciones remozadas.