Hoy debe producirse un avance muy importante en las negociaciones entre la compañía pública de transporte Titsa y su comité de empresa para evitar el despido de 117 trabajadores. Fuentes sindicales confirmaron ayer que la diferencia que separaba a los representantes laborales "está casi superada", toda vez que el sindicato mayoritario, Intersindical Canaria (IC), y Comisiones Obreras (CCOO) se mantenían unidos en la defensa, estudio y concreción de una propuesta de unificación de los convenios, mientras que la Unión General de Trabajadores (UGT) se sumaba a la iniciativa.

Este cambio de postura de UGT permite a todas las partes acudir con "cierto optimismo" a la reunión que comenzará a las 16:30 horas de hoy en las instalaciones con que cuenta la compañía del Cabildo en Cuevas Blancas. Eso sí, todavía quedan "aspectos que concretar" en el seno del propio comité de empresa respecto a los cambios que recogerá ese convenio único en el que se aglutinarán el del sector interurbano y el del sector urbano, este último más perjudicado porque será el colectivo que más derecho perderá.

Virgilio Gómez, portavoz de IC, señalaba ayer que "se trata de intentar impedir la pérdida de derechos fundamentales y de otros que no incidan en una mayor pérdida de poder adquisitivo", aunque las modificaciones "conciernen más a otras cuestiones que repercuten más en organización, vacaciones y conceptos menos relevantes".

Titsa presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) el 10 de abril pasado estableciendo como condición "sine qua non" para evitar aplicar el de carácter extintivo que se procediera a la unificación de los convenios colectivos. En todo momento, la empresa y la representación de los trabajadores han expuesto su deseo de no realizar despidos, pero en Titsa existe la "firme convicción" de que se aplicará "si es imposible llegar a un acuerdo en el tiempo previsto". Ese tiempo expirará el jueves de la semana próxima, por lo que "el acuerdo debemos alcanzarlo esta semana", según las fuentes consultadas entre ambas partes.

Virgilio Gómez fue bastante optimista en su manifestación de ayer al explicar que "estamos de acuerdo en muchas cosas, si bien quedan aspectos que debemos concretar un poco más".

Entre ellos está el referido al periodo en que cada uno de los más de 1.600 trabajadores de Titsa deberá pasar a la condición de desempleado. Mientras que la compañía aboga por que sean unos 15 días al año, IC y CCOO pusieron sobre la mesa la semana pasada una propuesta en la que los conductores podrían alcanzar los 20 días, mientras que el personal de talleres y de administración se limitaría a reducir su jornada laboral.

Otra cuestión a dilucidar definitivamente es si finalmente se aplica una reducción salarial mediante la eliminación de una de las cuatro pagas extraordinarias (algo que parece descartado) o a través de una bajada en la nómina porcentualmente "asumible".

En Titsa tienen claro que "la negociación no se podrá prolongar mucho tiempo" y que el cumplimiento del plan de ajuste y de equilibrio presupuestario tiene un coste cifrado en torno a 4 millones con cargo a la plantilla.