Alcalde de La Laguna, y desde este fin de semana, secretario general de Coalición Canaria (CC) de Tenerife, Fernando Clavijo asegura que han aprendido de los errores y que, con humildad, tratarán de volver a ganar la calle. Llamado a ser el heredero del liderazgo de Paulino Rivero, advierte también de que la victoria de este fin semana fue un ejemplo de "madurez".

¿Qué balance hace del III Congreso de CC de Tenerife?

Positivo, tanto por el amplio apoyo -90%- al equipo de trabajo, como porque ha sido el congreso de la integración, de la vuelta a nuestros orígenes. Además, este ha sido un congreso en el que se ha hecho autocrítica, donde hemos reconocido nuestros errores y donde hemos visto que podemos hacer mucho más, y mejor. También ha quedado patente que por encima de nuestro proyecto político están los intereses de los ciudadanos tinerfeños.

¿Qué significa volver a los orígenes?

Volver a la base, a los comités locales, a las asociaciones de vecinos. Volver a tener la conectividad social que nunca hemos perdido del todo, pero que en los últimos tiempos la crisis y el trabajo institucional nos han despistado un poco la atención.

¿Y qué entiende por integración? Porque el denominado sector crítico del que usted forma parte copa casi toda la ejecutiva.

Al final, muchas personas que llevaban tiempo sin estar en el proyecto han visto que esta tierra necesitaba un proyecto nacionalista fuerte y se han incorporado de manera más activa y participativa al proyecto político.

¿Y quién se ha quedado en el camino?

Tal y como lo hemos diseñado, todo el que quiera estar va a poder estar. Todo el que tenga interés va a poder participar en CC de Tenerife.

En el mundo de la lucha canaria, el deporte vernáculo, se usa mucho la expresión "el grande perdió, el chico ganó". ¿El congreso de CC de Tenerife es, políticamente, un ejemplo de ello?

No. Creo que quien ganó fue Coalición Canaria de Tenerife. Estoy convencido de que con el trabajo que vamos a poder ir desarrollando entre todos quien va a ganar, y eso es lo que esperamos, es el pueblo de Tenerife.

En clave interna este congreso supone un duro revés a la recién elegida ejecutiva nacional, que preside Paulino Rivero, pues ni siquiera se ha mantenido la misma estructura.

Pero en Fuerteventura tampoco. Al final en esto son las ganas, la implicación, el trabajo y las personas. La estructura puede estar bien, se puede organizar de una manera o de otra, pero, en definitiva, es un grupo de gente que quiere trabajar, echarle horas, mejorar su tierra, su pueblo, su ciudad, su isla. Y de eso se trata. De que puedan participar. Lo que hemos hecho es definir los espacios para que esa participación pueda ser efectiva.

Pero es que en Fuerteventura también ganó el denominado sector crítico, al contrario que en Gran Canaria, donde la victoria fue para los afines a Rivero.

De otros congresos insulares no puedo hablar. Pero insisto en que la estructura es lo de menos. Ahora tenemos las ideas y tenemos que ser capaces de llevar a cabo el trabajo.

¿Sale muy tocado de este congreso el jefe del Ejecutivo regional, Paulino Rivero?

No tiene nada que ver un congreso insular. En todo caso, quien sale fortalecida es la organización en Tenerife. Huyo siempre de los personalismo porque, al final, es malo. Cualquier proyecto que se base en algún personalismo tiene muchas debilidades. Suelo hablar más de equipo de trabajo.

Dijo José Miguel Barragán en el cierre del congreso que la organización en Tenerife era ejemplo de aportación al proyecto nacionalista. ¿Significa eso que CC de Tenerife es la que va a marcar el camino de Coalición?

No. Lo que sí es cierto es que es la organización más fuerte de todas ahora mismo. Es quien más diputados aporta, tiene una estructura muy potente, tenemos muchos municipios gobernados, por tanto es una pieza clave del proyecto de CC. De lo que se trata es de que esta ejecutiva se fortalezca y sea todavía mayor el apoyo.

Su liderazgo se fraguó justo después del cónclave nacional. ¿La victoria de este fin de semana, con un 90% de apoyos, significa que hay que convocar un congreso nacional extraordinario más pronto que tarde?

En absoluto. El que yo haya acabado como secretario insular se fraguó bastante antes. Hace más de un año que los alcaldes y, el propio Javier González Ortiz, me habían anticipado que me fuese pensando la posibilidad de llevar la dirección insular, porque entendían que tenía el perfil adecuado para hacerlo. El congreso regional no cambió nada.

Durante el último congreso regional se habló de la posibilidad de que Rivero fuese el candidato a la Presidencia en 2015. ¿CC de Tenerife, que es la que más peso tiene en la organización, será la que lo decida?

Veremos en agosto qué va a ocurrir. Si se convocan elecciones anticipadas, si somos intervenidos. Eso es un ejercicio de ciencia ficción. Estoy convencido de que el Consejo Político de CC, cuando toque, elegirá al mejor candidato. En 2015, o cuando sea.

¿Sería Rivero, ahora mismo, un buen candidato?

No soy nadie para decirlo. Pero sí sé que es un buen presidente.

La nueva ejecutiva tiene mucha gente joven. ¿Este es un proyecto para 2015, o quiere que tenga más recorrido?

Es un proyecto con más recorrido. Estamos gestando un proyecto para medio plazo.

Uno de los errores reconocidos es que han perdido la calle. ¿Cuál es la receta para recuperarla?

Trabajo, disciplina y humildad. Soy partidario de dar la cara, porque es la única forma de generar confianza.

En los últimos días ha repetido mucho la palabra humildad. ¿Ha sido ese el principal error?

A veces nos cuesta reconocer los errores. Y, en ocasiones, no pasa nada por decir "me equivoqué". Mantenernos en unas tesis sabiendo que nos hemos equivocado genera desconfianza.

Precisamente, su victoria ha sido entendida como una cura de humildad al sector oficial.

La victoria de ayer -por el domingo- fue un ejemplo de madurez, generosidad y de compromiso de la organización de Tenerife.

Repitió en su discurso eso de "nuestra gente". ¿No es un discurso pasado ya de moda?

No, es nuestra gente. No es un eslogan político. Es lo que pienso y lo que siento. Y para mí es mi gente. A lo mejor para otros que están en Madrid su gente son los de allí, que les dicen lo que tienen que hacer.

Es que como se le identifica a usted con la renovación de CC...

Pero no es un mensaje, son palabras. Es nuestra gente. Me debo a ellos. No tiene más connotaciones.

Por cierto, ¿qué papel jugó Miguel Zerolo antes de este congreso?

Me hizo ilusión que viniese y participase en el congreso. Además, tuvo un papel muy importante en el momento de buscar el consenso en Santa Cruz.