La publicación de la convocatoria para la construcción del Centro del Motor de Tenerife no se ha producido todavía en ninguno de los boletines oficiales que debe hacerse, a pesar de que han transcurrido cuatro meses desde que el Cabildo hiciera el anuncio de que se produciría "próximamente".

El 30 de abril pasado fue el consejero de Desarrollo de Proyectos, Eduardo Pintado, quien aseguró que hay grupos empresariales de Emiratos Árabes y de Alemania interesados en este proyecto, toda vez que el Cabildo pretende que la obra la financie y realice la iniciativa privada con un desembolso de unos 31 millones de euros y un periodo de explotación de 40 años. De hecho, fue el 13 de septiembre de 2011 cuando se conoció la necesidad de recabar capital privado y se anunció que se preveía adjudicar la obra en el primer trimestre de 2012.

La demora en la convocatoria retrasa aún más una infraestructura que comenzó a gestarse formalmente hace más de 16 años, cuando el 25 de marzo de 1995 fue iniciado el expediente.

El circuito se construirá en la zona de Los Duques, en la localidad granadillera de Atogo, y su realización costará unos 31 millones de euros.

De los 1.322.341 metros cuadrados de superficie total del rebautizado como Circuito Isla de Tenerife, la pista ocupará 350.000 metros cuadrados con 4.067,95 metros de longitud y una recta de 819 metros (solo superada por Montmeló) y 12 metros de ancho. Cuenta con 10 curvas a la izquierda y 5 a la derecha, siendo su sentido de circulación en el sentido contrario a las agujas del reloj. Diseñado por el grupo que hizo el circuito de Montmeló, estará preparado para su homologación para pruebas del máximo nivel, tanto automovilísticas como de motociclismo.

En el presupuesto se incluye el acceso al recinto desde la autopista del Sur, así como las zonas para estacionamientos. Además, entre las condiciones que se valorarán están mejoras, citando expresamente el establecimiento de zonas complementarias de explotación comercial compatibles con el uso principal.

De momento, la espera viene a evidenciar que parece no existir prisa para sacar adelante este proyecto para la Isla.