El consejero de Aguas del Cabildo, Jesús Morales, ha anunciado que el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) llevará a cabo en estos meses un exhaustivo control de los acuíferos de la isla, enmarcado dentro de la política de sostenibilidad del agua.

Morales ha señalado que es "muy importante" para el Cabildo y el CIAFT este tipo de controles en todos los sentidos: legal, político, sanitario, de sostenibilidad, ya que en torno al 82% del agua que se produce en la isla proviene de fuentes subterráneas como pozos y galerías. En el caso de las aguas subterráneas, los programas incluyen el seguimiento del estado químico y cuantitativo.

Entre las funciones de los consejos insulares de aguas (art. 10 de la Ley Territorial 12/1990) se incluye la ejecución de los programas de calidad de las aguas, así como su control. De acuerdo con lo dispuesto en el Anexo V de la DMA, el seguimiento del estado químico de las aguas subterráneas incluirá un control de vigilancia y un control operativo, los cuales deberán proporcionar un conocimiento de su estado general, de la presencia de contaminantes, así como de sus tendencias.

La red de vigilancia, que se muestrea una vez al año cada tres años, está compuesta por 54 puntos. Dada la naturaleza volcánica insular y su influencia en la composición química de las aguas subterráneas se ha intentado que la red permita percibir los efectos de la actividad remanente. Por ello se aumentó la relación de parámetros físico-químicos a controlar, incrementado así el listado mínimo fijado por la DMA y el propuesto en los manuales técnicos que la complementan.

Morales recordó que en Tenerife existen delimitadas cuatro grandes masas de aguas subterráneas o acuíferos, que son la de Las Cañadas-Valle de Icod-La Guancha; la compleja de medianías y costa N-NE; la costera vertiente sur y la costera del Valle de La Orotava. La isla, con una superficie de 2.033 km2, presenta una red de captaciones de aguas subterráneas muy densa y en ella hay emboquilladas 1.443 obras de captación de aguas subterráneas (1.055 galerías y 388 pozos), lo que suponen una densidad media de una obra de captación cada 1,4 km2.

En el caso de la Demarcación Hidrográfica de Tenerife, se señala como masa en riesgo químico la Costera del Valle de La Orotava (TF004), la cual está declarada como masa vulnerable a la contaminación de nitratos desde el año 2000.

En esta masa, y desde el año 2000, se muestrea con una frecuencia mínima de una vez al año todos los años, realizándose todas las determinaciones contenidas en la relación de determinaciones básicos y su tendencia es estable en cuanto a niveles de nitratos.

Este tipo de controles complementan a los controles rutinarios del estado cuantitativo, que se llevan a cabo mediante la medida del caudal aprovechado en las obras de captación seleccionadas, la toma de medidas de niveles de agua en los sondeos de investigación directo sobre los acuíferos y pozos de medianías, y el modelo de simulación del flujo subterráneo que se hacen en continuo sobre los acuíferos para evitar su sobre explotación y garantizar un uso sostenible en el tiempo de los mismos.