EL DÍA ha tenido acceso al primer borrador del decreto del Gobierno de Canarias que pretende regular y legalizar la actividad de los guachinches tradicionales, donde se propone que estos establecimientos se señalicen con un distintivo oficial que garantice su autenticidad y legalidad. La propuesta regional, en la que han participado Turismo, Presidencia, Sanidad o el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, se empezó a remitir ayer a todas las partes implicadas -Cabildo, ayuntamientos y colectivos de viticultores y empresarios-, que deberán analizarla y aportar sugerencias que se debatirán en una reunión prevista para el próximo día 24.

Este proyecto de decreto, aún en forma de borrador y por lo tanto sujeto a posibles cambios, pretende regular "la actividad y los establecimientos de comercialización al por menor y de forma temporal de vino de cosecha propia".

La viceconsejera de Administración Pública del Gobierno de Canarias, Carmen Nieves Rodríguez Fraga (PSC), confirmó a EL DÍA que el borrador se empezó a remitir ayer a las administraciones y colectivos implicados, que también han sido citados para la reunión del miércoles. Rodríguez espera que alcanzar un consenso sobre el decreto "no sea difícil" e incluso plantea que "si hay acuerdo en la reunión de la próxima semana, la tramitación legal podría empezar el día 25".

Rodríguez Fraga se compromete a intentar "acelerar al máximo la aprobación de este decreto", pero recuerda que "existen unos trámites y plazos obligatorios".

La viceconsejera regional destaca la importancia de regular una actividad que funcionó sin normas durante décadas y subraya la unanimidad existente a la hora de aceptar que hay que regular los guachinches "por el bien de los usuarios y propietarios de estos establecimientos, así como de los dueños de bares y restaurantes, que sufren una competencia considerada desleal. Además, daremos seguridad jurídica a los alcaldes de los municipios donde se ubican".

El documento plantea numerosos requisitos obligatorios, pero aún pendientes del visto bueno definitivo de administraciones y colectivos. A continuación se detallan los aspectos más destacados del primer borrador de la primera normativa para guachinches.

El vino.- El vino que se venda debe ser de elaboración y cosecha propia, por lo que debe proceder de viñedos que pertenezcan a quien ejerce la actividad. El viticultor debe figurar inscrito en el Registro de Industrias Agrarias, el registro sanitario y el Registro de Envasadores de Vino. Además, debe acreditar la procedencia del caldo mediante declaraciones de cosecha y de producción. El vino debe reunir "las características de seguridad y calidad que exige la normativa".

La comida.- Solo se podrán ofrecer y servir hasta un máximo de tres platos diferentes de comida, excluyendo los frutos secos y la fruta, como única alternativa de postre. Los platos del día y la lista de precios deberán exponerse al público. La oferta de bebidas se limitará a vino y agua.

El local.- El borrador también plantea requisitos para los locales donde se ubiquen los guachinches. Deberán contar con iluminación y ventilación suficientes; una zona de almacenaje al margen de los recipientes contenedores del vino y botelleros, y al menos un aseo con agua corriente, lavabo, inodoro, dosificador de jabón, toallas de un solo uso y dispensador de papel higiénico. En la propuesta de normativa regional se advierte de que el aseo deberá estar "en perfecto estado de funcionamiento y limpieza".

El personal.- Todo el personal que preste servicio en un guachinche "deberá acreditar la formación sanitaria en manipulación de alimentos conforme establece la normativa específica aplicable".

Inicio de la actividad.- Los propietarios de los guachinches tendrán que informar cada año al ayuntamiento correspondiente de la apertura y cierre del negocio. Para ello, tendrán que presentar una declaración responsable en la que se informe del cumplimiento de todos los requisitos legales y se aporte toda la documentación necesaria para acreditarlo, incluida una certificación técnica.

Periodo de apertura.- El periodo de apertura de los guachinches no podrá superar los tres meses al año, "debiendo en todo caso cesar la actividad desde el momento en que se agote el vino de cosecha propia". Este periodo podrá ampliarse un mes más, hasta cuatro al año, "cuando el volumen de producción de vino de cosecha propia justifique esa ampliación".

Control municipal.- Este documento plantea que los ayuntamientos tendrán que visitar los guachinches para comprobar que cumplen los requisitos legales. Si se incumple alguna cuestión, el plazo para subsanarlo será de entre 10 y 30 días. Si persisten los incumplimientos, el ayuntamiento tendrá que iniciar el procedimiento sancionador o remitir la denuncia a la autoridad turística competente. Los municipios también tendrán que remitir la información de los guachinches de su territorio para incluirlos en el Registro General Turístico. El borrador regional también abre la puerta a que los ayuntamientos puedan ampliar los requisitos que se exigen a los guachinches a través de nuevas ordenanzas municipales.

Placa exterior.- El Gobierno de Canarias propone que los guachinches exhiban obligatoriamente en el exterior, junto a la entrada principal, una placa-distintivo oficial que garantice a los usuarios que están en un guachinche que cumple la normativa.

Deberes.- El documento propone que los titulares de la actividad estarán obligados a cumplir las previsiones sanitarias sobre la higiene de los productos alimenticios previstos en el Reglamento 852/2004 de la Unión Europea; a velar por el buen estado y mantenimiento del local y sus servicios; a dispensar a los usuarios un trato correcto; a contar con un listado de precios en un lugar bien visible y facturar los servicios de conformidad con los precios de esa lista; a exhibir el distintivo oficial, y a disponer de hojas de reclamaciones y libro de inspección.

Plazo de adaptación.- El borrador dice que los establecimientos legalizables que estén en funcionamiento en el momento de la entrada en vigor de este decreto contarán con un plazo de tres meses para adaptarse a la nueva normativa.

Actividad clasificada.- El Gobierno canario plantea que los guachinches se consideren una actividad clasificada comprendida entre las actividades de restauración. También se propone modificar el Decreto 99/2010, que regula la actividad turística de restauración y sus establecimientos, para incluir a los guachinches "con la consideración de actividad turística".

Normativa sectorial.- En el borrador se advierte de que los requisitos y condiciones del decreto deben cumplirse, pero también todo aquello que "prevea la normativa sectorial que resulte de aplicación en materia sanitaria, medioambiental, de seguridad, industria, protección de consumidores y usuarios, infancia y juventud, accesibilidad y supresión de barreras físicas o de la comunicación".