El Cabildo de Tenerife quiere impulsar el compostaje como acción alternativa a la quema de residuos forestales con el objetivo de que se reduzca el uso del fuego, mejore la rentabilidad de la agricultura y disminuya el riesgo de incendios, por lo que el Operativo Brifor colaborará en el asesoramiento a agricultores y habitantes de medianías para informarles sobre esta nueva técnica.

La consejera insular de Medio Ambiente, Sostenibilidad Territorial y Aguas, Ana Lupe Mora, ha explicado que el uso cultural del fuego --que es el uso en trabajos y no en actividades recreativas-- es el que más incendios provoca tanto en zonas forestales como agrícolas. En este grupo se incluyen negligencias al realizar las quemas de basuras, pastos, matorrales y residuos agrícolas e incendios intencionados para limpieza de fincas y barrancos.

La prevención de este tipo de incendios que pudieran ser provocados por las quemas constituye una de las prioridades del Operativo Brifor, que cuenta con el servicio de disuasorios, compuesto por 42 especialistas, con 14 vehículos tipo Pic-Up, encargados de asesorar y apoyar de forma preventiva en las zonas de medianas sobre el uso del fuego.

Para Ana Lupe Mora, "este servicio es una garantía, pues de las más de 1.500 quemas que realizan al año no se escapa más de una frente a las quemas no autorizadas, de las que un 20 por ciento provoca incendios".

Solicitar la autorización de quema al área de Medio Ambiente y contar con el apoyo de los equipos disuasorios es una de las acciones preventivas más eficaces que pueden adoptar los agricultores y habitantes de las zonas de medianías, asegura la consejera insular.

MÁS DE 1.700 QUEMAS

El pasado año, el Operativo Brifor tuteló más de 1.700 quemas agrícolas o forestales de las que 60 fueron realizadas dentro de los trabajos propios de mantenimiento de infraestructuras forestales y el resto dentro del servicio a particulares. Este número es inferior a 2011, donde la cifra total de quemas ascendió a 2.250.

Mora ha explicado que esta diferencia se debe a que es la agricultura la que genera un mayor número de quemas y la sequía de 2012 redujo de forma notable el volumen de residuos que para su eliminación recurre al fuego. Esta situación también se da en los pastizales, donde no ha crecido el pasto lo suficiente para necesitar quemas de regeneración frecuentes otros años en Teno Alto, Jardina y Sur de Anaga.

Las quemas son muy frecuentes en las medianías del norte de la isla, siendo La Orotava e Icod de los Vinos los municipios que superan las 300 quemas anuales. El Rosario, Los Realejos, El Tanque y Garachico suelen superar el centenar y el resto tienen una incidencia más moderada. En el sur se reduce mucho esta actividad, ya que se producen mucho menos residuos como consecuencia de zarzas y malas hierbas en los cultivos; aun así, el municipio de Güímar llega a superar el centenar de quemas.

Hay dos periodos de mayor actividad que son septiembre-noviembre, época de preparación de fincas para el cultivo, y febrero-marzo, época de quemas de residuos de viñedos.

También destaca el uso recreativo del fuego, sobre todo en las hogueras de San Juan y San Pedro, donde se producen entre 400 y 500 quemas, especialmente los valles de Icod, La Orotava y Güímar. En estas no sólo arden residuos agrícolas, sino también enseres y objetos que deberían ser tratadas en centros de reciclaje, pues su combustión produce una contaminación muy perjudicial para la salud, además del riesgo de incendios.