La cita religiosa en la Basílica de la Patrona General de Canarias fue desde un principio muy emotiva: una eucaristía concelebrada por el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, que contó con la participación de la Agrupación Musical Santa Cecilia de Tacoronte.

El prelado destacó la figura de la Morenita como símbolo de identidad de todos los creyentes, así como la importancia de la misma para reafirmarse en la fe.

En la homilía el obispo de la Diócesis Nivariense abogó por un cambio de la sociedad al afirmar que la "crisis de valores" está ocasionando "maldad".

"Todas las trampas en el campo de la economía, en la defensa y protección de los menores y los abusos de los fuertes a los débiles proviene del corazón, que no está suficientemente saneado", expresó Álvarez, quien consideró que todo aquel que actúa de esta manera "no está recibiendo la luz de Cristo".

Una vez acabó el oficio religioso, llegó el momento más esperado por los 10.000 fieles que se desplazaron hasta la Villa Mariana para participar en los festejos litúrgicos de la Morenita.

La imagen de la Patrona General de Canarias traspasaba el pórtico de su templo sobre la una y media de la tarde y comenzaba la procesión alrededor de su plaza, escoltada no solo por las autoridades eclesiásticas, civiles y militares, sino también por la fe de los miles de devotos a la Virgen de Candelaria.

Emoción, lágrimas y rezos de numerosos fieles fueron algunas de las muestras de los creyentes durante el tiempo que se prolongó el recorrido, quienes de este modo agradecían a la Morenita su ayuda en las adversidades que habían pasado o sufrido ellos mismos o familiares.

Las actividades religiosas continuaron en la tarde de ayer con una nueva misa en el interior de la Basílica de la Patrona General del Archipiélago, que sirvió para presentar a los niños nacidos en el año.

Además, la Villa Mariana acogía un acto lúdico con el objetivo de impulsar la gastronomía y dar a conocer la oferta culinaria de Candelaria.

En este sentido, la plaza de Teror fue el escenario de la Feria de la Tapa y el Vino, donde los asistentes degustaron no solo la comida que se elabora en el municipio, sino también los excelentes caldos que se producen en la Isla, iniciativa organizada por el ayuntamiento.