El exceso de flúor en el agua que llega a muchos vecinos de la vertiente Norte de la Isla de Tenerife es un problema histórico al que las autoridades no han sido capaces de encontrar solución. La Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias realiza análisis periódicos del agua de abastecimiento público y publica en su página web las restricciones de consumo que, en la mayoría de las ocasiones, pasan desapercibidas para los afectados.

El periodista David Cuesta divulgó en Twitter en la noche del lunes las restricciones vigentes desde el pasado 4 de junio, que afectan en mayor o menor medida a 14 de los 31 municipios de la Isla.

La restricción afecta a toda la población de prácticamente la totalidad de los núcleos poblados de Buenavista, Garachico, El Tanque, Icod y el barrio silense de Erjos. Se recomienda que en estos municipios nadie utilice el agua del grifo para beber, cocinar ni preparar alimentos. El principal riesgo es que el flúor manche los dientes.

Salud Pública limita esta restricción a los menores de ocho años en La Guancha, San Juan de la Rambla y La Matanza de Acentejo, así como en diversos núcleos de población de Santa Úrsula, La Victoria, El Sauzal, Tacoronte, La Laguna y Tegueste.