Habla, vive y siente con pasión sus creencias y ocupaciones. Se tiene por liberal en el sentido más humanista y le duele que los que lo conocen piensen que es vanidoso. De hecho, se presenta como "un hombre normal". En el ecuador del mandato en el Cabildo y casi en el Senado, Antonio Alarcó se muestra optimista sobre la recuperación económica, sin obviar los enormes esfuerzos que está haciendo la sociedad. Eso sí, y frente a las múltiples críticas a las políticas de Rajoy, tiene claro que "hay que repartir el trabajo" y que "siempre será mejor uno precario, aunque sea de una hora, que el paro".