Ricardo Melchior, hasta hace unos minutos presidente del Cabildo de Tenerife desde hace 16 años, se despide de la Corporación insular a la que ha estado vinculado desde hace 26 años.

La sesión celebrada esta tarde es atípica por varias razones, pues es la primera vez que en los 100 años de historia el Cabildo celebra una sesión por la dimisión de su titular. Además, otra curiosidad, en el pleno extraordinario de hoy, con dos asuntos en el orden del día, se sucederían por la presidencia de la mesa tres miembros de la Corporación.

En su discurso de despedida, Melchior pidió “que Dios nos dé fuerza y valor para cambiar las cosas que podemos cambiar, resignación para aceptar las que no podemos cambiar y la sabiduría para distinguir las unas de las otras”.

Melchior situó la fecha del 9 de Julio de 1999 como uno de los momentos más extraordinarios de su vida. “Ese día tuve el honor inmenso de tomar posesión del cargo de presidente del Cabildo de Tenerife, al frente de la sexta corporación democrática de esta apreciada y respetada institución. Contaba entonces con 52 años de edad y había dedicado los doce últimos al ejercicio de la Vicepresidencia, junto a varios cometidos en el gobierno insular”.

“Llegué al Cabildo en 1987 de la mano de mi amigo Adán Martín Menis. Trabajé codo con codo con él y su equipo del cual formaba parte. Había ilusión, trabajo, entendimiento, algo de preocupación porque- a decir verdad- la victoria en las elecciones autonómicas, insulares y locales de 1987 nos sorprendió, pero había poco tiempo para sorprendernos y mucho por delante para llevar a cabo las ideas y proyectos que teníamos en mente. Siempre le estaré agradecido por sus consejos y confianza”, recordó el presidente.

“Catorce años, dos meses y siete días después de aquella fecha inolvidable del 9 de julio de 1999, puedo asegurarles que el balance de esta etapa política resulta francamente satisfactoria”, dijo.

También recordó las palabras que -a modo de consejo- le dedicó uno de esos presidentes, José Miguel Galván Bello: “Vale la pena demorar una decisión y esperar 15 días con tal de sacar cualquier tema por consenso “.

“La dureza de esta situación –el momento actual y los años que están por venir– exige al frente de nuestras instituciones la presencia de personas con amplitud de miras. Hablo de hombres y mujeres capaces de combinar el trabajo cotidiano, en el corto plazo de tiempo, con el diseño de las líneas que marcarán el despegue de Tenerife durante las próximas décadas”, planteó Melchior como objetivos para su sucesor.

El presidente del Cabildo dijo que era coherente con su anuncio, hecho en la campaña electoral de Mayo de 2011, de no concurrir a la próxima cita electoral al Cabildo. “Si salía elegido Presidente no agotaría el mandato , entendí que ahora es el momento de cumplir con ese compromiso adquirido. Nadie me lo ha pedido. Al contrario, desoigo la petición de aquellas personas que desean que permanezca en mi puesto, que- por otro lado- sería para mí lo más fácil. Desde el profundo respeto a los ciudadanos, lo hago convencido de que este proceder, por poco habitual que resulte, es el más conveniente a largo plazo para la institución y para Tenerife.

Y puso sus ojos en Carlos Alonso, que “se trata de una persona joven – como lo era yo cuando me dieron la oportunidad de acceder a esta Corporación–, de enorme preparación y capacitado para pensar de manera estratégica sobre la Isla. Posee, además, las dotes necesarias para continuar el trabajo en equipo emprendido tiempo atrás, tan fructífero en el balance de logros alcanzados en los últimos años, en asuntos como la investigación, el desarrollo, la competitividad, el fomento de la calidad, y sobre todo, en asuntos sociales”

“Une Carlos Alonso a estas cualidades su contrastada tenacidad y coraje intelectual, que son requisitos indispensables para gobernar con garantías una institución tan importante y prestigiosa como este Cabildo. Y fija su pensamiento en los grandes retos de futuro que tiene Tenerife, asociados a la creación de empleo, la reactivación económica y la diversificación, más allá de los próximos 20 meses2, dijo Melchior.

“No puedo concluir esta intervención sin dejar de expresar mi profunda gratitud al pueblo de Tenerife por el apoyo incondicional y extraordinario que me ofreció en las cuatro convocatorias electorales a las que concurrí, encabezando las listas de mi partido”, dijo Melchior.

En sus agradecimientos a los alcaldes con los que ha tratado estos 26 años, las autoridades civiles, regiliosas y miliares, Melchior quiso tener un reconocimiento especial que personalizó en tres compañeros de jornadas laborales.

“En primer lugar, a José Antonio Duque, secretario de esta corporación, a través del cual quiero que quede patente mi respeto por todos los funcionarios y personal de esta Casa. Por su lealtad a la institución, su sentido de la responsabilidad y su absoluta profesionalidad.”

“En segundo lugar, al personal de la Presidencia, que muy bien puede estar representado por mi querida Mary Luz Vallejo, por su lealtad y a la que nunca olvidaremos”, un recordatorio que emocionó a la mayoría de miembros de la Corporación y público presente, y del que incluso se contagió el propio presidente Melchior.

En tercer lugar, Melchior agradeció el trabajo a otro funcionario: “Rigoberto González Tejera (Rigo) conductor de presidencia, porque ha sido un colaborador eficaz”.

A nivel familia, Melchior también mostró su gratitud a su familia y amigos, con palabras de especial cariño con su madre, Mercedes, que hoy cumple 96 años, así como su mujer, Sabela, y a sus hijos, Nicolás y Ricardo, así como a sus hermanos.

Y concluyó: “Tenerife requiere del esfuerzo de todos y estoy convencido de que la Corporación que ahora encabezará Carlos Alonso sabrá elegir los mejores caminos para la Isla y su pueblo. Gracias a la sociedad tinerfeña y mis mejores deseos para Carlos Alonso y toda la corporación insular. ¡ Suerte!”.