Apenas han transcurrido tres semanas desde que la murga infantil Distraídos desvelara el 16 de noviembre su fantasía en el pistoletazo de salida a las presentaciones de los disfraces. Para llenar las salas, el principal aliciente es contar con una murga, de moda, que anime la velada y alimente el morbo del precarnaval con algo de su repertorio. Las murgas más pretendidas, sin duda, son las ganadoras y con más aficionados, que siempre despiertan pasiones aunque sólo sea por oír su nombre: Bambones y Diablos Locos. Y la tercera, que se hace querer por la generosidad a la hora de regalar tantos "chío, chío" como actuaciones realiza, Mamelucos. Las dos primeras se muestran reacias a desvelar sus canciones, que limitan a pasacalles y despedidas -el opio del pueblo- y un tema del concurso pasado, no así Mamelucos, que incluye entrantes y postres con un plato de autor, el "chío, chío".

Junto a las grandes, que no desvelarán su repertorio hasta sus presentaciones, días antes del concurso en febrero, Triquikonas es de las más generosas. Mover un batallón no lo hace en balde; de ahí que las chicas de Almudena ya hayan cantando su tema crítico -el que llevan en todo el repertorio-, y ya hayan avanzado algo del de humor. Si no se miran y cogen carrerilla sobre el escenario, son geniales.

Salvo el humor de Triquikonas -su sello de identidad y lo que se espera de ellas a grandes dosis-, el resto de murgas que se han atrevido a echar fuera letras del próximo concurso se han decantado por la crítica, sin grandes dosis de originalidad. Crisis y político. Destaca más la calidad musical.

La novel MasQLocas, de Cathaysa Expósito, suena con mucha fuerza y evidencia la carencia de la letra. Cantan genial un tema pobre. Burlonas ha tenido altos y bajos. Las de Adela Peña han sido tan capaces de "bailarse" a unos Mamelucos a ritmo de chío chío con su particular "Ambulatorio" como de quedarse en cuadros como ayer. Lenguatrapos, de Yeray Lorenzo, equilibra excelente actuación en la búsqueda de su alcalde ideal y apunta buenas mañas, como Marchilongas, de Keyla Jerez, exquisitas en la canción de la noche del sábado en Sabor Isleño. De resto, agradecer que Mamelucos y este año La Traviata hagan el sobreesfuerzo de preparar un chío chío. Ganan dominio en el escenario. No muestran sus letras de concurso, pero enamoran. Y Chinchosos, pletóricos en su pasacalle, que dejan ganas de acabar el sueño y ver la realidad: sus temas.